La UIA presentó su Plan 20/23 para el desarrollo productivo
La Unión Industrial Argentina (UIA) presentó sus propuestas para el próximo gobierno. Pide una «macroeconomía para el desarrollo productivo» con previsibilidad del tipo de cambio, volver rápidamente a una inflación del 2 por ciento mensual, nueva reforma tributaria, eliminación de retenciones a productos industriales y manufacturas de origen agropecuario, mejorar el financiamiento productivo, promover reformas laborales en el marco de las negociaciones colectivas y reducir el costo de la energía para usuarios industriales. Las propuestas ya fueron presentadas a Alberto Fernández y Roberto Lavagna y esperan el encuentro con Mauricio Macri. “Se necesitan 13 años de subas al 3 por ciento para recuperar el nivel industrial per cápita de 2011”, advierten en la UIA, en donde esperan que el nuevo ciclo político les sea más favorable.
“La industria atravesó una profunda recesión en los últimos años, más intensa que la de la actividad general”, dice la UIA. Los datos de la central fabril marcan que, desde 2011, el sector industrial sufrió un achicamiento del 15,1 por ciento. Luego de los últimos años de crecimiento industrial fuerte en 2010 y 2011, con mejoras anuales del 11,9 y del 8,3 por ciento, el segundo gobierno de Cristina Fernández mostró un desempeño industrial algo negativo, con una caída del 2,5 en 2012, seguida de una suba del 1,9 en 2013, luego otra baja del 4,9 en 2014 y un alza del 1,1 por ciento en 2015. Con el gobierno de Macri la industria empeoró, con una merma del 4,7 en 2016 seguida de una recuperación parcial del 2,6 en 2017. En los últimos dos años, la situación se volvió crítica, con una caída del 4,3 en 2018 y del 5 por ciento esperada para 2019. El nivel industrial per cápita de 2011 fue el máximo histórico detrás de 1974, antes del “Rodrigazo” y la dictadura.
Para la UIA, la principal causa del derrotero industrial desde mediados de los ´70 no es la falta de protección frente a las importaciones o de reglas de juego claras, ni el nivel de los salarios ni la legislación laboral, como reza el libreto neoliberal que adoptó fervientemente el gobierno de Macri. La central fabril define al principal problema como “la falta de divisas para financiar el crecimiento, que deriva en crisis externas”. “La corrección del déficit de cuenta corriente –saldo de entrada y salida de divisas—mediante fuertes variaciones del tipo de cambio derivó en episodios de caída de la actividad, destruye capacidades y aleja aun más la posibilidad de consolidar una trayectoria virtuosa de las exportaciones”, indica.
En términos de empleo, la situación industrial venía estancada hasta 2015. A partir de allí, se perdieron unos 140 mil puestos industriales. En tanto, desde 2011 las exportaciones industriales acumulan una caída en cantidades del 24 por ciento. En ese resultado tuvo trascendencia la crisis comercial global, que restringe posibilidades de inserción exportadora en otras regiones, lo cual choca de frente con aquella fantasía de Macri acerca de que “el mundo nos espera con los brazos abiertos”.
Los pedidos
Para mejorar los “costos y la competitividad”, la UIA pide una nueva reforma tributaria, ya que advierte que la reforma puesta en marcha en 2017 quedó congelada con el Presupuesto 2018 –afectado por el plan de ajuste fiscal acordado con el FMI–. Los industriales piden promover inversiones a través de estímulos fiscales y mantener la reducción de alícuota del impuesto a las Ganancias para empresas. También piden unificación de regímenes de recaudación de provincias y municipios y devolución de saldos a favor que retiene el fisco.
En cuanto al financiamiento productivo, el plan pide más bonificación de tasas para capital de trabajo, créditos para inversiones productivas de mediano y largo plazo y financiación de exportaciones. Para las pymes, extender los planes de facilidades de pago, moratorias para empresas que generen empleo, suspensión de embargos, rebaja de Ganancias, extensión del Ahora 12, aplicación de planes “repro express” y más preventivos de crisis. En materia de exportaciones, la UIA propone la eliminación de retenciones industriales y a las manufacturas de origen agropecuario (como harina, pellets y aceite de soja) y más reintegros.
El documento pide “relaciones laborales para actualizarnos a las nuevas formas de trabajo”. Sin embargo, en lugar de reclamar una reforma laboral integral, sugiere “aprovechar la negociación colectiva como herramienta para responder a las características de los distintos sectores y empresas”. Los industriales también solicitan a las provincias que “implementen la nueva Ley de Riesgos del Trabajo” y la sanción de una ley de prevención de accidentes.
En materia de energía, la UIA advierte que “el costo de generación eléctrica para usuarios industriales en la Argentina es de 74,7 dólares por Mwh, por encima de Colombia, Brasil y México y muy por arriba de Alemania y Estados Unidos”. Mencionan la importancia del “desarrollo de recursos no convencionales para sustituir el gas importado y bajar el precio promedio de la energía y la reducción de la carga impositiva”.