Las 8 películas nominadas al Oscar, de la mejor a la peor
Una ceremonia interesante esta que nos propone la Academia de Hollywood para la entrega de los premios Oscar. 2018, además de haber sido un año en el que las series se consolidaron como la forma narrativa por excelencia de la contemporaneidad audiovisual, fue también el período que marcó el momento en el que el feminismo dijo presente como nunca antes. Pero el Oscar, en este marco, dejó pasar la ola en 2017 e ignoró a Wonder Woman, una de las grandes películas sobre el universo superhéroes que haya dado el cine. Quizá por eso, quizá para continuar una tradición eterna, la Academia eligió a Black Panther como candidata a Mejor Película para reparar errores pasados, como quizá suceda con Glenn Close en el rubro Mejor Actriz (nominada por un largometraje mediocre en el que ofreció una gran interpretación).
Un año de parches, quizá. Y si de parches se trata ahí está A Star is Born, o Bohemian Rhapsody.
Vice
Formidable retrato de quien fue el vicepresidente de George W. Bush, Dick Cheney, interpretado por un Christian Bale gigante que le pone expresión, composición y talento a su criatura. Cada personaje de Vice podría merecer un film aparte (desde George W. Bush, por supuesto, a cargo de un histriónico Sam Rockwell, hasta una Amy Adams formidable que interpreta a Lynne Cheney, la potente esposa del vice del título). Además, una cadena de aciertos visuales montados sobre un combo de guión-montaje que recuerda al mejor Oliver Stone, todo bajo la batuta de un afiladísimo Adam Mc Kay (Anchorman, The Big Short).
Vice
Roma
Todo indica que el celebrado largometraje del mexicano Alfonso Cuarón se quedará con varias estatuillas y entre ellas podría ubicarse nada menos que la más importante de la noche. Un trabajo de dirección minucioso hasta el paroxismo, una fotografía impecable en cada toma, un montaje magistral, un protagónico contundente y un guión que va de la autorreferencia a la cosmovisión. ¿Hay chance de que no gane? Solo una, a cargo del film comentado a continuación.
Roma
Green Book
Quien supo dirigir gemas del humor de guerrillas con Jim Carrey como bandera, Peter Farrelly (Loco por Mary, Tonto y retonto, entre otras), se pone esta vez detrás de cámara para contar el drama de la negritud a mediados del siglo XX. El pianista Don Shirley (Mahershala Ali), emprende un viaje al sur profundo de las barras y las estrellas junto al matón Tony Vallelonga (Viggo Mortensen), quien oficia de chofer todo terreno. Más allá del buen retrato que Farrelly hace de la intolerancia blanca por aquel tiempo, el relato se centra en la amistad que se forja entre el músico refinado, excelso, y su acompañante cuasi analfabeto, bruto pero sensible. Basado en una historia real, el film pone en pantalla, por sobre todas las cosas, un dueto actoral en el que el Oscar pasa a segundo plano, pero qué justo sería que el domingo los protagonistas se volvieran con un premio cada uno a sus casas.
Green Book
The Favourite
Es uno de los trabajos más redondos del griego Yorgos Lanthimos, director que gusta del golpe/efecto tanto como Lars von Trier pero que todavía no cayó en las fauces de la autocelebración y la provocación de feria. Después de la enorme Canino, esta pieza sobre la reina Ana de Inglaterra es lo más logrado de su filmografía. Más allá de los aciertos en dirección de arte, foto, vestuario, y la granOlivia Colman, el film retrata los miedos y fantasmas del poder para atravesarlos con tópicos inherentes al tema (traición, pasión, intriga) trabajando la trama como si se tratara de un thriller ácido que transita la tragedia con la soltura de quien disfruta del dolor. En ese punto, Colman hace de su Queen Anne una delicia de la composición actoral. Desde acá le ponemos fichas a su competencia en el rubro Mejor Actriz, si es que no sucumbe ante Glenn Close (nominada por The Wife), prócer del ramo que hasta ahora nunca se fue de las galas con una estatuilla.
The Favourite
BlacKkKlansman
¿La película menos revulsiva de Spike Lee es finalmente la que llega a la final de los Oscars? Sí y por supuesto que no es casualidad. Pero el realizador de Do the Right Thing, sin embargo, plantea en su historia sobre el policía negro que se infiltró en el Ku Klux Klan un intenso alegato contra la supremacía blanca y, lo que es mejor, pese a que el relato transcurre en los 70s, hacia el final recontextualiza el drama racial en la era Trump. Y lo hace a través de un timonazo narrativo que transforma al film en un documento de época. Solo por eso tiene con qué.
BlacKkKlansman
Bohemian Rhapsody
Hay dos claves en el éxito de esta biopic sobre Freddie Mercury: la reconstrucción de los 20 contundentes minutos en los que Queen participó del Live Aid de 1985 y la interpretación de Rami Malek, un actor que eligió la caracterización antes que la imitación. Más allá de la moralina que rodea a la forma en que se habla de las drogas (bastante policías Brian May y Roger Taylor señalando a su fallecido compañero y sacándose las bolsitas de encima) e incluso también la forma en la que se cuenta la vida sexual de Mercury, hay en BR un guión de tono épico y una realización a la altura de la espectacularidad de la banda de sonido. ¿Un gran film? No, ni de lejos. ¿Un gran participante del show del Oscar? Sin duda, no por nada May y Taylor participarán de uno de los pasajes musicales en vivo de la noche.
Bohemian Rhapsody
Black Panther
Tal lo dicho al inicio, puede que con Black Panther la Academia esté saldando la forma en la que durante décadas ignoró al cine sobre superhéroes. Por primera vez, un largometraje de este tenor aparece como candidato a Mejor Película. ¿Superó en algo lo hecho por Batman, Batman Returns, The Dark Knight o al menos The Dark Knight Rises? ¿Aunque sea alguna secuencia que se ubique por encima de la incuestionable Wonder Woman de Patty Jenkins? Ni de lejos, pero ahí está, candidata a Mejor Película. No tiene la más ligera chance, pero no deja de ser una buena noticia el hecho de que se haya abierto el juego.
Black Panther
A Star is Born
Por lejos, la producción más remilgada que incluyó el rubro Mejor Película desde que en 2009 fue candidata la insoportable Benjamin Button, esa suerte de embrión de episodio de The Twilight Zone que terminó en superproducción del mainstream más chirle de Hollywood. Bradley Cooper se transformó a si mismo en el personaje central de un film que merecía mejor reparto de tiempo para su coestrella, aquí reducida a partenaire de las morisquetas del actor/director que compone a un alcohólico de novela pulp. Nobleza obliga, la voz de Lady Gaga salva el asunto en algunos pasajes. Así las cosas, y sin que parezca tener chance alguna, puede que sin la existencia de Roma hasta habría podido ser favorita para el premio.
A Star is Born