Las definiciones económicas de Alberto Fernández tras el acuerdo con el FMI
Inflación, reducir el financiamiento monetario del Banco Central, diversificar el sistema productivo e impulsar las tasas reales positivas son algunas de las metas que se buscan comenzar a trabajar en el 2022.
Alberto Fernández se expresó tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pese a que aún restan algunos pasos como continuar con las negociaciones, el envío del acuerdo al Congreso Nacional para su debate y la aprobación del board, en el gobierno se respira cierta sensación de alivio. Así lo dejó entrever el Presidente en una entrevista reciente.
“No celebro lo que firmamos. Esa no es la expresión correcta; no hay nada que celebrar. Pero si el viernes no firmábamos, hoy no estaría hablando con usted sino analizando si decretábamos feriado cambiario el lunes”, expresó Fernández en una entrevista reciente para Página 12.
El Gobierno dejó en claro que apuntará a la recaudación tributaria. Pero aclaró, que no será a través de la creación de nuevos impuestos sino con el control: “Podemos crecer un cuatro por ciento, si mejoramos la administración tributaria, que paguen impuestos los que tienen que pagar”.
En ese sentido, se refirió a que la inflación “es una tarea pendiente, queda por delante la lucha contra la concentración económica, acentuada pero no iniciada en tiempos de Macri”. “¿Vio cómo aplicamos la ley de Defensa de la Competencia a Disney? Ellos amagaron repartir algunos contenidos (el fútbol u otros deportes). Le exigimos que desinvirtieran porque tienen posición dominante”.
Otro punto al que arribó en el aspecto económico, es en cuanto al déficit fiscal. “Bajar el déficit es una necesidad no un castigo. No tengo la soga al cuello. Tenemos dos años sin pagos, es una oportunidad”. Lo convenido con el Fondo es que para el 2022, el déficit fiscal primario alcance el 2,5% del PBI y para el 2023, la variable toma el valor de 1,9%. Para 2024, del 0,9%.
Pero además del Presidente, Martín Guzmán, el ministro de economía se refirió a los ejes básicos de lo que será la política económica de este año: la inflación, reducir el financiamiento monetario del Banco Central, diversificar el sistema productivo e impulsar las tasas reales positivas.
«Lo que la Argentina necesita, en primer lugar para dejar atrás la inflación, es ir cambiando su perfil productivo y poder tener una canasta exportadora diferente con el valor de las exportaciones y las cantidades exportadas creciendo para que en la Argentina no haya problemas de falta de dólares», expresó el ministro con el mismo medio.
En cuanto a la concentración, aseguró: «Cuando hay concentración en la distribución del poder eso implica, y ha implicado en la Argentina, la imposibilidad de avanzar en las verdaderas reformas estructurales que el país necesitaba y necesita para cambiar su perfil productivo. Entonces, desde el punto de vista causa, sí es causa. Pero también es efecto. Hay un problema de circularidad allí».
En cuanto a las tasas reales positivas, el ministro aclaró que se trabajará sobre el mercado local, sobre todo sobre los bonos del Tesoro y los plazos fijos «para evitar la dolarización de las carteras» y que, contribuirá a una mayor estabilidad cambiaria.
El último punto, está relacionado al financiamiento. Con un cierre récord en cuanto a la emisión monetaria, el ministro se mostró con fuertes expectativas de reducirla según lo acordado con el organismo de crédito: «para nosotros es importante bajarla. No llevarla a cero de golpe, pero sí que hay que ir bajando la emisión monetaria». Las metas de financiamiento monetario se estiman que sea del 1% del Producto para 2022; en 2023 alrededor de 0,6% y en 2024 sea cercano a 0 y poder converger en una situación en la cual no haya más financiamiento sistemático del Banco Central al Tesoro.