Las empleadas domésticas declararon ante la justicia y complicaron más a Farré
Dos empleadas domésticas del matrimonio Farré declararon hoy en la causa y complicaron más al acusado ya que corroboraron que tenía un accionar violento cotidianamente, lo que daría por tierra la hipótesis de que se trató de un asesinato por «emoción violenta».
«Han declarado todo lo que han visto y vivido durante todos estos años, principalmente Mónica respecto de todas las situaciones abyectas que le tocó vivir en esta familia. Todas las violencias que puede imaginarse: verbal, física, psicológica, hostigamiento constante», explicó Claudio Katis, abogado las empleadas.
«Había un contexto de violencia generalizada, con los hijos y con las chicas también. Con todas las que prestaban servicio. Desde el comienzo la relación fue violenta. Mónica trabajó más de ocho años. Protagonizaron hechos de maltrato, de violencia constantemente, era moneda corriente», agregó.
María es la mucama que la propia Schaefer mencionó en su escrito ante la Oficina de Violencia de Doméstica (OVD) de la Corte Suprema del 2 de agosto pasado, cuando denunció que Farré la arrojó sobre un sillón y le puso una rodilla en la cara.
Según dijo Schaerer en aquella oportunidad, esa agresión fue en presencia de la empleada doméstica y de sus hijos.
Según el abogado, las empleadas domésticas contaron que las situaciones de violencia siempre existieron en la casa de la familia.
Mónica trabajó en la casa como empleada doméstica más de ocho años, hasta que fue «despedida a principios de abril por el presunto homicida»; en cambio María «estaba trabajando actualmente para ellos» pero al momento del femicidio no se hallaba en la casa del country.
«Quedaron conmocionadas con la noticia, María estuvo tres días sin dormir ni comer», contó Katiz sobre la reacción de las mujeres cuando se enteraron del crimen.
La querella también cuenta con la posibilidad de poder utilizar el testimonio de los hijos de la pareja, que declararán en Cámara Gesell, sobre como era la situación familiar y describan el hostigamiento que sufría su madre. Esto se está analizando porque la propia familia de Claudia no quiere exponer ni revictimizar a los menores.
«Lo tengo bajo análisis, es una posibilidad relevante, pero está la protección del interés del niño y evitar revictimizaciones que puedan ser perjudiciales», sostuvo el letrado Jorge Sandro, que representa a los padres de Claudia.