Las FARC admitieron que el acuerdo con el gobierno
Los negociadores de las FARC corrigieron levemente hoy su postura refractaria a rever el acuerdo sobre justicia transicional alcanzados días atrás con el gobierno de Colombia, al admitir que lo acordado requiere «desarrollos» en algunos aspectos.
En declaraciones a la prensa, el comandante guerrillero «Pastor Alape» (alias de Félix Antonio Muñoz Lascarro) señaló que el acuerdo como tal es «inmodificable», pero matizó que «hay que hacerle unos desarrollos» en temas como la amnistía o la elección de los magistrados, aspectos que según consideró «hay que construir».
La postura corrige la intransigencia de ayer, cuando las FARC manifestaron su «perplejidad» por las explicaciones del principal negociador de paz del gobierno, Humberto De la Calle, quien dijo que el grupo que redactó ese acuerdo sobre justicia transicional «debe terminar su tarea» sobre el texto definitivo del acuerdo que, según interpretaron, cuestionaron el acuerdo sobre Jurisdicción Especial para la Paz, y llegaron a poner en duda la posibilidad de llegar a un acuerdo de paz definitivo.
«Alape» recalcó hoy que el acuerdo que firmaron los jefes de las delegaciones de paz del Gobierno y las FARC, el pasado 23 de septiembre en La Habana, en presencia del presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko», «ese es el que vamos a trabajar».
Agregó que el texto del acuerdo se publicará cuando la mesa «lo defina en común acuerdo», según cita un despacho de la agencia Efe.
A pesar de estas diferencias, el negociador guerrillero expresó su «optimismo» por la marcha del proceso de paz que ha logrado ya tres acuerdos parciales y, según indicó, está «prácticamente» próximo a cerrar el punto sobre la reparación de las víctimas, tema que las partes discuten desde hace más de un año.
Con ese objetivo, informó, las FARC tienen previsto presentar a la mesa de negociación un grupo de «diez propuestas mínimas» con el objetivo de garantizar el fin del conflicto, la reconciliación nacional y la construcción de la paz estable y duradera en Colombia.
No obstante, el vocero insurgente expresó «mucha preocupación» por la tregua unilateral, prorrogada por la guerrilla el pasado 20 agosto, debido a que «hay operativos» del Ejército colombiano y mencionó como «hechos concretos de violación» bombardeos en el norte de Antioquia, en el municipio Tarazá.
«Ese es un tema que tenemos que trabajar con cuidado porque no va a ser bien recibido un hecho de guerra en estos momentos después de que el 23 de septiembre se disparara la certeza de que va a haber paz en Colombia», subrayó.
El Gobierno de Colombia y las FARC retomaron el viernes las negociaciones de paz que mantienen en la capital cubana desde noviembre de 2012, que recibieron un nuevo impulso con la firma del acuerdo sobre justicia transicional.