Los gobiernos de Argentina y Brasil abandonan la Unasur
Colombia, Chile, Perú y Paraguay también dejan de participar en el bloque regional. La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) fue lanzado hace una década para integrar el continente.
Los gobierno de seis países decidieron suspender por tiempo indefinido su participación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la organización creada una década atrás para integrar la región.
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, son los países que dejan el bloque. Además de no participar de las reuniones, este alejamiento significa el fin del financiamiento.
En una carta enviada al canciller de Bolivia -que ocupa la presidencia pro tempore del bloque, según informó Reuters-, los ministros de Relaciones Exteriores de los seis países, entre ellos el canciller argentino Jorge Faurie, dijeron que dejarían de participar en las actividades de la Unasur.
«Es una institución que se olvidó de América del Sur», describió a la prensa Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos y uno de los asesores del presidente Mauricio Macri en materia internacional.
La Argentina, como presidente pro tempore intentó designar un secretario general -el candidato de Macri fue el embajador en Chile, José Octavio Bordón-, pero no lo logró por la falta de consenso. En todos los casos, los gobiernos de Venezuela y Bolivia se opusieron.
El origen de la Unasur se remonta a 2004, cuando por impulso del entonces presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y el ex presidente argentino Eduardo Duhalde se reunió en la altura de Cusco –de hecho, Duhalde se apunó– la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Aunque no fue hasta 2008 que se lanzó formalmente la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que todavía tardó un tiempo más en ser aprobada por los Parlamentos de los países integrantes.
Una de sus características principales fue que las decisiones debían tomarse por consenso, es decir, con el acuerdo de sus doce miembros, una reserva que tomaron países como Colombia y Chile que no querían quedar supeditados a la amplia mayoría que en aquel entonces tenían los gobiernos progresistas.