Los griegos votan en un referéndum crucial para el futuro de Europa
Los griegos votaban hoy en un histórico referéndum para decidir si aceptan o no una propuesta de los acreedores europeos e internacionales de aplicar más ajustes a cambio de préstamos de asistencia financiera, en una consulta que tiene a Europa en vilo y con el «sí» y el «no» cabeza a cabeza en los últimos sondeos.
El primer ministro griego, el izquierdista Alexis Tsipras, quien puso en juego su gobierno de poco más de cinco meses con la apresurada convocatoria del referéndum, insistió hoy al votar en que un «no» a la propuesta mejorará la posición negociadora de Grecia frente a los acreedores y un «sí» implicará seguir capitulando ante su «chantaje».
Líderes opositores griegos y dirigentes y gobernantes europeos afirman que un voto por el «no» será equivalente a un rechazo al euro y han acusado a Tsipras de poner en peligro la permanencia de Grecia dentro del bloque de los 19 países que usan la moneda común, algo que el premier niega y que, dice, sólo busca meter miedo a la población.
«Hoy celebramos que la democracia está venciendo al miedo, y cuando la democracia vence al miedo es una redención», aseguró Tsipras tras votar esta mañana en un colegio primario del barrio Kypseli de Atenas.
«El pueblo griego está enviando un poderoso mensaje de dignidad y determinación», añadió el primer ministro heleno, quien reiteró que votando «no» Grecia quiere «un futuro mejor y permanecer en Europa», pero en «una Europa de iguales».
La propuesta sobre la que están llamados a decidir unos 10 millones de griegos, convocada por Tsipras como acto de resistencia que pretende abrir una grieta en la doctrina neoliberal hegemónica en la Unión Europea (UE), se refiere a la extensión de un plan de ayuda financiera que expiró el pasado martes.
Por esto, el referéndum se presenta más bien como un plebiscito sobre el propio Tsipras, asumido a fines de enero pasado con la promesa de poner fin a los ajustes, y su estrategia para sacar a Grecia de su espiral de crisis forzando a los líderes de la eurozona a aceptar una quita en la deuda griega y a imprimir un giro en las políticas de austeridad.
El primer ministro, quien vive en un barrio «popular» de Atenas, fue recibido en el colegio donde votó por un grupo de simpatizantes de su partido, la coalición de izquierda radical Syriza, quienes lo animaron cantando: «Nadie puede vivir con 400 euros al mes, los grandes ‘no’ pertenecen a la gente».
«Estamos votando por nuestra dignidad, hemos resistido en muchas ocasiones a lo largo de la historia y esta vez volveremos a decir ‘no’ porque queremos vivir en una Europa más solidaria», dijo Evangelia, una mujer de 75 años que votó poco después de Tsipras en el mismo colegio electoral, en declaraciones a Télam.
«Esta es una decisión muy difícil, mucha gente tiene miedo, está asustada porque no sabe qué pasará mañana, pero creo que no hay opción, si votamos ‘si’ seguiremos sometidos a las políticas de ajuste que nos llevaron a una crisis más profunda, por eso voté ‘no’, porque quiero que la Unión Europea respete a Grecia», apuntó, por su parte, Manuela, de 38 años.
En cambio, Dimitris Tzanas votó «sí», porque «lo que estamos decidiendo es si queremos ser parte de la Unión Europea o no».
«La pregunta del referéndum es muy vaga, pero en el fondo la cuestión es simple, se trata de si queremos formar parte del club europeo, con un acuerdo malo, pero dentro de Europa, o queremos salir de él y quedarnos ahí afuera, junto al resto de países del ‘Tercer Mundo’, argumentó Dimitris, un consultor de 55 años.
Luego de cinco meses de negociaciones con Tsipras, la intransigencia de los acreedores griegos de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI forzó a Grecia a incumplir un pago y caer en mora con el FMI la semana pasada y a tener que cerrar los bancos nacionales temporalmente para evitar su colpaso.
El gobierno, que se vio obligado a imponer un «corralito» a las extracciones bancarias para lidiar con un corrida, también perdió acceso a miles de millones de euros en préstamos de rescate luego de que expirara el anterior programa de asistencia financiera de las instituciones acreedoras europeas.
Con las negociaciones interrumpidas ante la falta de acuerdo, Tsipras convocó a los griegos a votar en referéndum la última propuesta que presentaron sus acreedores, que exige la suba del IVA y más recortes a las jubilaciones y que según el premier sería «humillante» para Grecia.
El primer ministro insinuó que un triunfo del «sí» no le dejaría mucha más opción que dimitir y convocar elecciones anticipadas, mientras que su ministro de Finanzas, Yanis Varufakis -el principal negociador griego ante los acreedores- fue más explícito y aseguró que renunciará si no gana el «no».
Al votar junto a su padre de 90 años, Giorgos, en un colegio del suburbio de Faliro, al sur de Atenas, Varufakis dijo que los «enormes fracasos» de la eurozona llevaron a sus líderes a exigir mayores ajustes sobre los que es necesario que opinen los griegos.
El ministro agregó que el referéndum «da esperanzas a Europa de que una moneda común y la democracia pueden coexistir».
Al votar en la ciudad de Pilos, en el Peloponeso, el líder del partido conservador Nueva Democracia (ND) y premier hasta enero pasado, Antonis Samaras, declaró que «hoy los griegos están decidiendo el destino de nuestro país. Si votamos ‘sí’ en Grecia votamos ‘sí’ a Europa».
También reiteró su llamado a votar por el «sí» la recientemente electa líder del partido socialista Pasok, Yenimata, luego de votar en un colegio en el centro de Atenas.
«Llegó la hora de la responsabilidad. Los griegos unidos votan a favor de la esperanza y la dignidad. Queremos un acuerdo sostenible. Resistimos a las fuerzas extremistas de Europa y decimos un fuerte ‘sí’ a Grecia y a Europa», señaló Yenimata.
Los colegios electorales cerrarán a las 19 (las 13 en Argentina). Dos horas después del cierre se conocerán los primeros resultados de la votación, aunque no serán concluyentes.