Macri echó a Prat Gay, divide el ministerio y asumen Dujovne y Caputo
A poco de cumplir un año en la gestión de Cambiemos, el presidente Mauricio Macri echó al titular del Palacio de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay y en su lugar dividió la cartera en dos partes para las que ya se anunció nuevos titulares.
La información fue anticipada por fuentes gubernamentales a ámbito.com. El economista tuvo un rol destacado en cerrar el acuerdo con los fondos buitres y la capacidad del Gobierno de endeudarse, pero quedó relegado en las negociaciones por los cambios en el Impuesto a las Ganancias. También lo afectaron las tensiones con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, por el control de la política cambiaria y monetaria.
En conferencia de prensa, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó que serán dos los reemplazantes con cargos ministeriales. Por un lado, quedará Finanzas a cargo de Luis «Toto» Caputo, actual secretario de esa área, y por otro se conformará Hacienda, en manos del economista del PRO, Nicolás Dujovne.
Con Mauricio Macri de vacaciones en Villa La Angostura y tras la salida de Isela Costantini de Aerolíneas Argentinas, Peña convocó a los medios a Casa Rosada para explicar el nuevo cambio de Gabinete. «Quería comunicar a la población que el Presidente ha dispuesto un cambio en el equipo de Gobierno, en función de los desafíos que tenemos para el año próximo», sostuvo Peña al inicio de la conferencia.
«Queremos reforzar y agradecer enormemente la tarea de Alfonso Prat Gay, que manejó un ministerio muy desafiante, en un año muy desafiante también por la transición económica», detalló, y resaltó que bajo la gestión del exJP Morgan se «hicieron grandes cosas, como el levantamiento del cepo cambiario, se normalizaron las relaciones financieras internacional, se mejoró el Impuesto a las Ganancias y el sinceramiento fiscal».
«Había diferencias en el diseño del funcionamiento del equipo y creímos que era lo mejor para el equipo, para esta etapa, hacer un cambio», justificó Peña, y agregó que esas «diferencias» no eran «por la política económica, sino una discusión abierta durante todo el año, respecto del diseño organizacional del Gobierno y del proceso de toma de decisiones, no son discusiones de fondo, de política económica, sino no más incomodidades o discusiones de cómo era la mejor forma de garantizar una coherencia y una consistencia del equipo, y en función de eso se tomó la decisión».
«El Presidente le pidió la renuncia y yo se lo trasmití esta mañana. No se trata de internas, son visiones de funcionamiento y siempre prima la visión del Presidente, que fue elegido para definir el equipo. Cada uno está sirviendo en este Gobierno por decisión del Presidente y siempre puede haber cambios o rotaciones», insistió, y remarcó que Macri es la persona a cargo de la política económica.
«El Presidente aporta la visión general del Gobierno y a partir de allí, hay un gran gabinete económico que viene trabajando en consolidar un camino de desarrollo y de esta transición que tuvimos en 2016 hacia un economía que evite una crisis y al mismo tiempo pueda crecer. Este es el gran objetivo en que estamos trabajando, y hoy por suerte hay un consenso de que en 2017 vamos a ver crecimiento, baja del desempleo, mejora del salario, baja de la inflación y mejora de la obra pública», destacó.
Al ser consultado por ámbito.com, Peña desvinculó las salidas de Prat Gay y de la titular de Aerolíneas con un «cambio de rumbo» para 2017, a favor de los «ajustadores» en detrimento de los funcionarios medidos. «No son discusiones que tengan que ver con cuestiones de diferencias de políticas. No habrá cambio (de rumbo). Las políticas nuestras son las que planteamos en la campaña. En el caso aeronáutico, queremos una aerolínea estatal fuerte y cada vez más sana, como está ocurriendo, sino que haya más competencia y mas aerolíneas que generen más trabajo y conexiones», respondió.
Peña explicó que se eligió a Dujovne porque fue parte del equipo técnico de la Fundación Pensar en la campaña electoral de 2015 y que trabajó en temas fiscales y de hacienda. «Es muy valioso, joven y tiene experiencia, puede hacer un buen aporte en ese lugar», dijo. Sobre Caputo destacó que «viene manejando muy bien dentro del equipo de Prat Gay el tema de las finanzas en este año y creemos que es indóneo un tema muy crítico para el desafío productivo y fiscal del país, que es lograr financiamiento sustenble y mejorar el sistema financiero argentino».
«Para el nuevo ministro de Hacienda el desafío será seguir manejando un plan fiscal que ayude a ir en un sendero de equilibrio fiscal, que será muy grande, y para el ministro de Hacienda poder seguir consiguiendo el financiamiento para ayudar a la Argentina a financiar el puente hacia un equilibrio fiscal sino que pueda ayudar a los argentinos a tener un mejor sistema financiero, y a partir de ahí tener créditos hipotecarios y productivos», remarcó.
• Una salida esperada
«Era la partida más anunciada que conozco», así contestaba una alta fuente oficial ante la versión de que Prat Gay dejaría su cargo al frente del Palacio de Hacienda. El Presidente siempre valoró la gestión de Prat Gay para sacar a la Argentina del default y del cepo cambiario casi sin tropiezo alguno. También es cierto que nunca fue un hombre de su absoluta confianza como sí lo son Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los ministros coordinadores.
El viernes pasado se reunió con su equipo y en el brindis se lo veía normal y se conversó como «si nada pasara». Es más, siguió encargando trabajos a sus colaboradores como si todo siguiera su curso. Sin embargo, durante el fin de semana fue fuerte el rumor que Prat Gay «se iría cuando él quiera». En más de una oportunidad habían circulado versiones de que abandonaría su cargo.
La realidad es que Prat Gay nunca tuvo un buen vínculo ni con jefatura de Gabinete, ni con los ministros coordinadores, ni con el titular del Banco Central, en fin «casi con nadie», confiesan en los pasillos de la Casa Rosada.
El desguace del Ministerio de Economía en dos áreas nuevamente licúa aún más el escaso poder que ya tenía. Macri siempre temió a un «súper ministro de Economía» y desde que asumió dividió el poder de esta cartera en varios ministerios. Especialistas externos ven que el haber dividido en dos partes el poder de las decisiones macroeconómicas (de un país con una economía bastante complicada de por sí) explica en parte que la recuperación no se haya logrado en los tiempos previstos por el propio Gobierno.