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El músico, Ricardo Mollo, fue consultado acerca de la responsabilidad que tienen los músicos en los recitales para con la seguridad, y reveló que “nosotros en Cromagnón íbamos a tocar, no lo hicimos porque no estaba en condiciones”.
En comunicación telefónica con La Once Diez, recordó el fatídico día de la conocida como “Tragedia de Once”, y contó que “nosotros en Cromagnón íbamos a tocar, íbamos a tocar el día que pasó lo peor”. “Pero vimos que el lugar no estaba preparado para albergar tanta gente, vimos que las instalaciones no eran aptas, que no eran seguras”, precisó.
Asimismo, rememoró que “fuimos ese día a visitar las instalaciones, y pregunté, pregunté por las salidas de emergencias, por las telas que estaban colgadas, me dieron muchas respuestas que no me convencieron… dijimos, ‘gracias’ y nos fuimos”. En este sentido se refirió a que como grupo, Divididos asume responsabilidad sobre su público y se encuentran atentos: “El horario también es importante, dejar a la gente tirada a las 3 de la mañana en un barrio que tiene cierta peligrosidad, siempre tratamos de tocar temprano, un horario como las 10 de la noche, cosa que la gente pueda llegar a su casa sano o que haga lo que quiera después”.
De esta manera, fue consultado sobre lo acontecido en la fiesta TimeWarp, de Costa Salguero, donde fallecieron 5 jóvenes, y respondió que “la única manera de proteger es no poner el ‘no’, sino estar ahí, abrir los ojos y los oídos a ver qué es lo que está pasando”. “La comunicación es un ejercicio y no hay que perderlo porque después vienen las sorpresas”, consideró.
Acerca de la tragedia de Costa Salguero, donde se asocia la música a la droga, opinó que “creo que se trata de echar el ojo en el más débil, en alguien que salió a divertirse y terminó en manos de lo que se va estableciendo, en ese afloje de controles y relajarse de esta situación, en esa desprevención pasan las cosas, pasan porque dejan de estar atentos al otro”. Insistió enseguida que “controlamos mucho eso nosotros (Divididos), por eso tocamos en lugares chicos, porque sino en los lugares grandes hay cosas que se te van de la mano, hay mucha desidia”.
Por otra parte, hizo alusión a su presente profesional, e hizo referencia al nuevo proyecto de regrabar todos los discos de Divididos. “Lo que pasa es que cuando firmas un contrato con una compañía discográfica hay cláusulas que al no ser abogado, hay cosas que son de por vida”. Detalló enseguida que “la trampa en el soporte fonomagnético es ese, que el soporte está dentro de lo que les corresponde de por vida”.
Así, celebró que “por suerte estamos sanos vivos y con ganas de volver a tocar todos los discos que hemos grabado desde el ’88 hasta ahora”. En cuanto al proyecto, resaltó que “es muy divertido lo que estamos haciendo, reencontrándonos con otras canciones, revisar sonidos, es un mundo maravilloso, estar al servicio de la canción que queremos poner”. “Nos encontramos con muchas cosas lindas, las tomamos como canciones nuevas, nos estamos divirtiendo a pesar de que pensamos que iba a ser más fácil”, admitió.
Al habérsele preguntado cual es la clave de la permanencia de Divididos, afirmó que “yo creo que son las ganas, a mí no me da fiaca ir a la sala de ensayo, transitar 35 kilómetros tres veces por semana, tengo siempre ganas de estar ahí”.