Más enfrentamientos en México
La violencia vinculada a la desaparición de 43 jóvenes en septiembre pasado se reavivó con enfrentamientos de policías federales con estudiantes y maestros en Chilpancingo, capital del sureño estado mexicano Guerrero, que dejaron al menos 13 heridos.
Fuentes de la Policía Federal indicaron que los estudiantes y maestros irrumpieron esta madrugada en un hotel donde se alojaban miembros de esa corporación y secuestraron a tres de ellos, a los que golpearon y abandonaron posteriormente en las calles de la ciudad.
Según esta versión, cinco agentes que habían salido en busca de sus compañeros secuestrados fueron atropellados por una camioneta que supuestamente era conducida por los manifestantes, y posteriormente los policías se enfrentaron a golpes con los manifestantes, ocho de los cuales resultaron heridos.
Sin embargo, un estudiante informó que la violencia comenzó cuando unos 30 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron agredidos verbalmente por policías cuando colocaban vallas para la realización de un concierto de rock en apoyo a las protestas por la desaparición de los 43 estudiantes de ese plantel.
De acuerdo con esta fuente, un taxi intentó pasar las vallas a la fuerza pero los estudiantes lo impidieron. Del vehículo bajaron varios policías ebrios que insultaron a los manifestantes y después ingresaron a su hotel, del que salieron acompañados de sus compañeros e iniciaron una trifulca que se prolongó dos horas.
El concierto, que llevaba por título «Una luz en la oscuridad» y que se iba a realizar este mediodía en Chilpancingo, fue suspendido.
Por la tarde, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg), facción del sindicato magisterial del país que ha participado en muchas de las protestas por la desaparición de los estudiantes, llegaron al instituto de formación policial del estado e incendiaron dos camionetas, además de romper vidrios del inmueble.
La reanudación de la violencia en estas protestas pone fin a varios días de relativa calma después de que los padres de los desaparecidos advirtieran el 8 de diciembre que planean acciones «más fuertes y contundentes».
Los padres llegaron ese día al poblado de El Pericón, municipio de Tecoanapa, en el estado de Guerrero, a dar el pésame a Ezequiel Mora, padre de Alexander Mora, uno de los 43 desaparecidos y cuyos restos fueron identificados mediante análisis genéticos por un laboratorio en Austria.
El titular de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía), Jesús Murillo, confirmó el domingo pasado que el ADN extraído de uno de los restos óseos calcinados hallados en un vertedero de basura en el municipio guerrerense de Cocula corresponde a Alexander Mora.
De acuerdo con la PGR, los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron secuestrados por policías la noche del 26 de septiembre en el municipio de Iguala y entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, que los asesinaron y calcinaron sus restos en el vertedero de Cocula.
Los padres de los desaparecidos no creen esa versión y han asegurado que los restos de Alexander Mora fueron «plantados» en el basurero.
Además, el martes último acudieron al Senado en Ciudad de México para entregar un documento en el que pidieron la desaparición de poderes en Guerrero debido a la infiltración del crimen organizado.