En 1978, Johan Cruyff era uno de los dioses del Olimpo futbolístico. Dueño de tres Balones de Oro, había sido la máxima figura cuatro años antes en la Copa del Mundo de Alemania, seguía siendo el jugador emblema de la Naranja Mecánica, el mejor seleccionado de aquella década, y brillaba en el Barcelona de España. Pero se bajó del Mundial 78, al que Holanda, subcampeón de la edición anterior, llegó como gran favorito, a raíz de las violaciones a los derechos humanos en la Argentina. El destino quiso que muriera este jueves 24 de marzo, cuando se cumplen 40 años del Golpe que instaló a aquella dictadura atroz.
Considerado como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y uno de los directores técnicos más revolucionarios, falleció a los 68 años víctima de un cáncer que lo aquejaba desde hace un tiempo. El súper crack holandés falleció en Barcelona rodeado de sus familiares, quienes dieron a conocer la noticia en su página web oficial.
Su actitud ante la dictadura de Videla
Johan Cruyff se negó a jugar el Mundial de 1978 por la violación masiva de derechos humanos que realizaba la dictadura de Jorge Rafael Videla.
Otro futbolista que se negó a viajar a Argentina fue el alemán Paul Breitner. El ex jugador del Real Madrid, entre otros equipos, no quiso defender el título mundial conquistado en su país en 1974 como medida de protesta por las atrocidades que se estaban cometiendo en Argentina.
El ‘Afro del Fútbol’ volvió a jugar con Alemania en el Mundial de España’82, donde se proclamó subcampeón del mundo.