No hay coincidencia en los porcentajes
El Indec informó que la inflación de septiembre fue de 1,4% y marcó así la diferencia más amplia en lo que va del año entre el índice oficial y el de las mediciones privadas. El Gobierno rechazó los pedidos de un bono de fin de año: «No hubo una pérdida del salario real», dijo Augusto Costa.
Mientras para las consultoras privadas, cuyo dato promedio es difundido mes a mes por los diputados de la oposición, la suba de precios alcanzó en septiembre el 2,48 por ciento, para el equipo económico del gobierno de Cristina Kirchner fue casi la mitad: 1,4 por ciento.
Se trata de la brecha más amplia registrada en lo que va del año entre las mediciones de los privados y las cifras obtenidas con la nueva metodología que estrenó en enero el Indec, a pedido del FMI para transparentar la realidad económica y en un intento por acallar las críticas hacia el viejo esquema impuesto tras la intervención del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.
Con el porcentaje de inflación dado a conocer ayer, lejos quedó el Ejecutivo de alcanzar ese objetivo y nuevamente volvió a acercarse a las cuestionadas mediciones del Indec. Es más, si se compara el acumulado anual, la diferencia es mucho más notoria: según la evaluación oficial, desde enero el costo de vida arrastra un aumento del 19,8%, cuando para los privados se ubicó en 27,1% y 31,1% específicamente en la ciudad de Buenos Aires.
Así, cuando Guillermo Moreno (el actual encargado de negocios en la embajada argentina en Roma) estaba al frente de la economía las mediciones privadas duplicaban a los números que informaba el Indec, hoy la brecha se ubica en torno al 60 por ciento.
«Está claro que en los últimos meses el Indec volvió a manipular las estadísticas oficiales, y la mejor forma de comprobarlo es comparar el índice con las mediciones del gobierno porteño y el de San Luis, que están muy en línea con las mediciones privadas», opinó al diario La Nación Pablo Repetto, director de la consultora Gabriel Rubinstein, que estima una inflación para todo 2014 del orden del 41 por ciento.
A la hora de evaluar las razones que llevaron a las autoridades del organismo de estadística oficial a retomar la manipulación de los números, algunos analistas consultados por el matutino apuntaron al fracaso del plan para regresar a los mercados de deuda.
«Cuando el Gobierno presentó el nuevo índice en febrero lo hizo buscando el visto bueno del Fondo y pensando en volver a los mercados de deuda, pero una vez que se cruzó con el juez Griesa esta posibilidad quedó bloqueada y se perdió todo el incentivo que había para ofrecer un número creíble», sostuvo Diego Giacomini, director de la consultora Economía & Regiones, que proyecta para todo 2014 una inflación en torno al 42 por ciento.
No opina lógicamente lo mismo Agustín D’Attellis, investigador de la Universidad Nacional de Moreno y economista de la agrupación cercana al kirchnerismo La Gran Makro. A su criterio, la diferencia se explica en las fallas de los privados a la hora de realizar los sondeos. «Las consultoras están sobrestimando la inflación como lo hicieron nuevamente como una herramienta política, lo que igual no quita que estemos ante una inflación interanual que sigue alta», lanzó.
El secretario de Comercio, Augusto Costa, cuestionó también ayer la veracidad de las proyecciones privadas y al mismo tiempo negó el pago de un bono de fin de año porque, según manifestó, los salarios «no perdieron» poder adquisitivo.