Otra pata de la gran estafa
¿Quién es el misterioso socio de Jaz Producciones? Nunca quiso que la prensa lo fotografiara, prefería el anonimato. ¿Bajo perfil o mucho para ocultar?
Rodríguez lo conoció por la compra de un vehículo, se hicieron amigos y parecería que a este señor le empezó a interesar el tema de invertir y ser parte del emprendimiento. Justo el marido de Vélez le comentó que su señora estaba haciendo JAZ PRODUCCIONES. Así comenzó hace aproximadamente 3 años ese vínculo que terminaría en una sociedad
Se habla que sería un hombre que presta dinero, otros hablan que revende autos de alta gama y que se habría quedado con la camioneta BMW X6 (valor aproximado de 120mil dólares) propiedad de Rodríguez, que figuraba a nombre de una sociedad anónima cuyo presidente sería Diturbide, ya que Fabián estaba inhibido por fraude desde el 2005 junto con su hermana, la abogada Mirta, y no podía tener cosas a su nombre.
A los dos días del fallecimiento, Mario Gabriel Diturbide se presentó junto al Dr. Bernardo Beccar Varela, abogado de Nazarena, quien también estaba ahí, el padre y el hermano de la actriz junto con la policía, a las oficinas de la productora para hacer el primer ingreso a después del fallecimiento del productor, y ahí sería cuando aprovechó para retirar la camioneta que el fatal 24 de marzo dejó en el garaje Rodríguez (hay imágenes donde sale la camioneta Mercedes Benz de Vélez y la BMW de Rodríguez) prometiendo venderla o ver bajo qué vía legal poder entregarla para solventar entre otras cosas la casa que a los pocos días podía perder por falta de pago Vélez junto a sus tres hijos.
Los papeles lo indican como el vice presidente de la productora, pero ante la muerte de Rodríguez y la deuda que superaría los 4 millones de pesos, habría dejado sola a Nazarena y habría desaparecido.
Por lo que pudimos investigar la cuenta de JAZ está en un Banco Comafi de zona oeste, donde el manejaba su dinero personal y quien habría hecho toda la gestión es su contador personal que el mismo día que abrieron la cuenta de la productora le hizo firmar un poder absoluto a Nazarena en manos de Diturbe y Rodríguez. Eso comprendía el uso total sobre tarjetas, chequeras, cobros y todo el manejo económico de la empresa, dejando a Vélez solo encargada de la parte artística y laboral de las obras y muy lejos del dinero y las cuentas.