Otra vez la naturaleza golpea a Chile
Chile lucha nuevamente contra las fuerzas de la naturaleza, con lluvias que causaron ya siete muertos en el norte del país, incendios forestales que devastaron bosques nativos y la amenaza de una erupción volcánica en el sur.
La situación más crítica se vive en las zonas norteñas de Atacama y Antofagasta, en el desierto más árido del planeta, por las fuertes lluvias provocadas por un frente frío.
Helicópteros militares recorrían este jueves poblados diseminados en el desierto en busca de centenares de personas que permanecen aisladas. En tanto, en las ciudades sus habitantes luchaban contra ríos que, tras mantenerse secos por 15 o más años, ahora se encuentran desbordados y sus torrentes, con agua y lodo, han arrasado desde el pasado martes con calles, casas y vehículos.
El último balance, entregado por el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, dio cuenta de 7 muertos y 19 desaparecidos, 1.500 evacuados en Atacama y 614 en Antofagasta.
Según el funcionario, se trata del peor desastre de este tipo ocurrido en la zona desde hace 80 años.
Desde Santiago de Chile partieron varios aviones que transportan elementos de ayuda, principalmente agua envasada, elementos de abrigo, alimentos, pañales, frazadas y colchones para los damnificados, mientras en distintas ciudades se organizan campañas de recolección.
Muchas localidades están sin agua ni luz, los caminos permancen cortados y pequeños poblados han sido completamente arrasados por los ríos desbordados.
Se esperaba que las lluvias cesen por la tarde de este jueves en las zonas más perjudicadas, según los informes meteorológicos.
La presidenta Michelle Bachelet viajó el miércoles en la noche a la ciudad de Copiapó, capital de Atacama, donde permanecía aún este jueves, para hacerse cargo directamente de la coordinación de las medidas para enfrentar la crisis.
Por otro lado, en el sur de Chile, un total de 6.204 hectáreas de bosques nativos han sido destruidos por un incendio forestal que hace más de dos semanas afecta la reserva forestal China Muerta y el Parque Nacional Conguillío, en la región de la Araucanía.
El fuego se mantiene sin control y constituye «la situación más compleja» existente en la zona, a unos 700 kilómetros de Santiago, indicó Aleuy, quien además consideró que las altas temperaturas en la zona perjudican el combate de las llamas.
Especialistas de Argentina y Uruguay se unieron a los bomberos, militares y brigadas de la Corporación Nacional Forestal que luchan contra las llamas sin resultados positivos hasta ahora, mientras la Fiscalía investiga el origen del siniestro, sin descartar alguna acción intencional.
«El fuego se apagará solo, en el invierno», comentó un residente, aunque los informes meteorológicos predicen la llegada de un frente húmedo a la región para este viernes y probables lluvias el fin de semana.
El fuego fue un enemigo feroz de los chilenos este verano, con grandes siniestros en diversas zonas del país, y este jueves, según la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), a nivel nacional había aún 44 activos y otros 75 controlados en regiones del sur.
Asimismo, en la misma región de La Araucanía se mantiene también el peligro de una nueva erupción del volcán Villarrica, que el pasado 3 de marzo tuvo «un pulso eruptivo» que obligó a evacuar a más de 4.000 personas desde poblados cercanos, a 770 kilómetros de Santiago.
El volcán, de 2.847 metros de altitud y considerado uno de los más activos de Latinoamérica, permanece bajo alerta naranja, lo que significa una erupción probable en el corto plazo.