Para el Mundial salieron u$s 30 M de las reservas
Por: Ignacio Olivera Doll
Las expectativas oficiales de que el Mundial dispararía la demanda de dólares de los turistas argentinos se confirmaron finalmente en las mayores ventas que debieron hacer los bancos durante estos días, pero no representaron, así y todo, un fenómeno difícil de sortear para el Banco Central.
La compra de divisas que concede la AFIP para viajar al exterior aumentó, según los datos que informa el organismo, más de un 40% desde los días previos a la inauguración del campeonato del mundo en el Arena Corinthians hasta la final de ayer. Quienes accedieron a este permiso oficial compraron más de u$s 30 millones durante el transcurso del torneo.
La cifra, claramente modesta frente al resto de las necesidades que enfrenta hoy Juan Carlos Fábrega, superó ampliamente los u$s 20,2 millones que habían pedido los turistas argentinos en los 30 días anteriores.
La incidencia que podía tener el Mundial en el mercado cambiario, y como consecuencia en los esfuerzos oficiales para sumar reservas, había preocupado inicialmente al Gobierno en mayo pasado, cuando lanzó una dura advertencia para quienes viajaran al país vecino: la AFIP pondría la mira sobre aquellos que pasaran la frontera para ver a la Selección como lo había hecho, por esos días, sobre quienes habían ido a Las Vegas a ver la pelea del boxeador argentino Maravilla Martínez. Contrariamente a lo que se preveía, el Central no sintió en este tiempo demasiadas presiones cambiarias (al menos en lo que corresponde a este factor) y logró mostrar un balance apenas positivo durante toda la copa del mundo: sus reservas aumentaron u$s 836 millones desde el 11 de junio hasta hoy, y quedaron en los u$s 29.628 millones (si bien falta computar aún el pago de los bonos Discount, mayor que los u$s 600 millones que quedaron trabados en el Bank of New York por el litigio con los holdouts).
Por efecto del alto recargo que dispuso el Gobierno para el gasto con tarjeta de crédito en el exterior, no se reflejó simultáneamente un aumento significativo en el uso de los plásticos: el stock otorgado por los bancos al sector privado se mantuvo prácticamente estable, en los u$s 220 millones, entre el 4 de junio y el 4 de julio ( los últimos 30 días que mide el Central). El disuasivo que representa el impuesto, al ubicar al dólar tarjeta en los $ 11,03 y muy cercano al «blue», habría alentado a buena parte de los turistas a volcarse sobre el dólar ahorro (cuya demanda aumentó un 15% en junio) o directamente sobre las divisas que ofrecen las cuevas financieras. La mayor demanda en el mercado paralelo, en un mes complicado en lo cambiario por la pelea del Gobierno con los holdouts, quedó reflejada en la suba de precio que mostró el «blue» a lo largo del mes, desde los $ 11,50 a los $ 12.
Estaba previsto que, según estimaciones propias sobre la base de las cifras de la FIFA, sólo en entradas para los estadios los argentinos gastarían u$s 5,1 millones en total en la fase de grupos y unos u$s 11,2 millones adicionales hasta la final. La secretaría de turismo brasileña, Embratur, había adelantado que viajarían 600.000 turistas extranjeros y gastarían unos u$s 3.000 millones; de éstos, sólo en la primera ronda unos 55.524 serían argentinos. El consumo promedio per cápita se habría ubicado, así, en los u$s 5.000 durante todo el Mundial. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), los argentinos gastan cada vez que viajan a cualquier destino, en promedio, unos 87 dólares por día.
En resumen, la fuga de divisas por turismo parece haber dejado de ser uno de los mayores problemas para la balanza de pagos del país: según las últimas cifras del Central sobre el mercado cambiario, la salida mensual a nivel agregado cayó a un promedio de u$s 400 millones, apenas la mitad de lo que se registraba el año pasado.