Pelé, el mejor sin corona
La jugó sólo una vez, cuando tenía apenas 18 años. Fue elegido como el mejor jugador del certamen y, además, se alzó como su goleador, con ocho tantos. Pero no fue campeón. Si alguna deuda impaga dejó Pelé en su brillante historial deportivo fue ésta: no adjudicarse una Copa América.
En la edición de 1959, disputada en Buenos Aires, el Scratch fue segundo, pese a terminar invicto, con cuatro victorias y dos empates. El problema es que Argentina se quedó con la corona porque hizo algo mejor: ganó cinco encuentros y sólo un empate, precisamente frente a la Verdeamarela.
El mejor futbolista de la historia había anotado en todos los encuentros de aquel Sudamericano y en duelo final también lo hizo, pero sólo sirvió para igualar 1-1 con la Albiceleste. Arbitró un chileno: Carlos Robles Robles.