Pesadilla familiar
Sebastián Herrera Ledesma es un pibe de barrio. Tiene 19 años y vive en Isidro Casanova, donde trabaja once horas por jornada en un corralón de materiales para la construcción, seis días a la semana. El sábado 21 de junio asistió al cumpleaños de un familiar en Merlo, y retornó a su casa casi a la medianoche. Esa tarde un hombre fue asaltado por delincuentes cerca de su casa, hecho que derivó en la detención arbitraria del joven por «portación de rostro». Desde ese momento está incomunicado, alojado en el penal de Sierra Chica, y sin la posibilidad de brindar testimonio para defenderse. Su familia tampoco pudo declarar, y no tiene información sobre el estado del muchacho, ya que ni siquiera pueden hablarle por teléfono.
«Hasta tenemos fotos del cumpleaños, donde se lo puede ver a Sebastián compartiendo la fiesta en Merlo. Pero nadie nos recibe en la justicia, y ahora la fiscal del caso está de vacaciones. No sé cómo está mi hijo, si está bien o le pasó algo. Niegan cualquier contacto. Es un chico que trabaja todo el día conmigo en el corralón. Se rompe el alma. Estamos desesperados», contó a Diario Popular el padre del joven, Carlos.
La investigación del caso quedó en manos de la Unidad Fiscal de Instrucción 8 del Departamento Judicial de La Matanza, que tras darle el visto bueno a la insólita detención de Sebastián y luego de 39 días aún no le tomó declaración para que pueda contar su versión. Tampoco se recibió a los familiares del joven, y menos a los testigos que estuvieron en la fiesta de cumpleaños. «Nos cansamos de pedir que nos escuchen, pero no tuvimos respuestas. La fiscal es Alejandra Núñez, y ahora está de vacaciones por la feria judicial. A esta altura, lo único que pido es saber cómo está mi hijo», dijo Carlos.
El fatídico sábado, Sebastián trabajó junto a su padre hasta el mediodía, en el corralón de materiales ubicado en la intersección de las calles París y Jean Jaures, de Isidro Casanova. «Los sábados es el único día que trabajamos medio día. Luego, fuimos a casa y nos preparamos para ir hasta Merlo, para el cumpleaños de un familiar. Volvimos pasadas las 23. A Seba lo vio todo el mundo, tenemos fotos. Ese día, a la tarde, se produjo un robo cerca de casa, y le echan la culpa a mi hijo. Por eso lo tienen preso», contó el hombre.
El asalto fue cometido a las 16.30 por una banda que se transportaba en auto, y que interceptó en una calle del Barrio San José, en inmediaciones de las calles Polledo y Marconi, a un hombre a quien bajo amenazas le robaron una campera y un teléfono celular. «Esta persona es cliente del corralón, y le dijo a la madre que uno de los delincuentes era parecido a Sebastián. La policía fue el lunes y se llevó a mi hijo. Sin pruebas, dijo Carlos.