Pity Alvarez habló de todo
A 25 años del debut de Viejas Locas, mientras anuncia el final de la banda y anticipa su nuevo proyecto, su líder dice que no tiene problemas con las drogas y dice que su hija lo imita mucho.
“Golpeá bien fuerte, porque no se escucha”. Es la contraseña para que la puerta de chapa se abra en este recoveco de la Chacarita, barrio que por definición -o cantidad- debiera ser el más tumbero de todos. Del otro lado, en una casa donde funcionó un viejo laboratorio, Pity espera. Desde su último cumpleaños, que quedará registrado en los archivos como el día que manejando con su auto “chocó contra un elefante”, hasta hoy, pasó un mes. En el medio hubo un viaje en soledad a Córdoba y Viejas Locas cumplió 25 años de vida.
Cristian Alvarez, figurita difícil del rock, esta vez atendió el celular, aceptó la nota y lo más importante: asistió a la hora señalada. El encuentro arranca como una merienda en el patio: leche chocolatada, galletitas; Pity sirve Cinzano en vasitos de plástico, les pone Speed, y en galletitas de cereal, arma sanguchitos de manteca, cortada como trozos de queso.
Camina 42 años. Los cumplió el 28 de junio. Y los estrenó saliendo en la tapa de todos los diarios, después de chocar con su Ford Escort. “La realidad es que la pasé solo. Me había ido a Chascomús, lugar que curto mucho porque es cerca y mi viejo me llevaba de chico. Venía con Mao, mi gato, me quedé medio dormido y choqué. No sé realmente por qué tanto escándalo”, arranca Pity.
Y, ¡por tu respuesta desopilante!
Es que el chabón de la cámara que estaba filmando no sé si de CV5 (sic) o C5N, que me estaba escrachando, me pregunta ‘Che, Pity, contra qué chocaste?’ ¡Pero si lo acabás de registrar, flaco! ¿Me entendés? Y le mandé ‘contra un elefante’, como diciendo, volá de acá. Muchos habrán pensado que yo de verdad me aluciné eso, ¿no?
Te diría que casi todos.
Pero fue una ironía. Y tampoco es que venía re loco. Conmigo se construyó un personaje, es así.
¿No te asusta dártela en serio?
No, lo que de verdad me da miedo es llegar a lastimar a otra persona o a un animal. Por suerte, siempre choqué solo. Aparte nunca hice la denuncia ni fui a buscar los autos que choqué.
Refresca. Pity nos invita a pasar. Atravesamos un pasillo con varias puertas. Su habitación. Duerme sentado sobre una pila de frazadas, entre cables de equipos, una computadora una guitarra y la estufa. Llegar hasta ahí es como atravesar un dispensario: pervinox, corega, pasta dental, blisters en el suelo. En las paredes escribe frases, nombres, números. Está el de una abogada y el del Hospital de Lanús. Acá está creando el después del fin de Viejas Locas. “Nos cansamos de tocar en lugares grandes, buscamos uno de 300 personas para volver a disfrutar. Como en las viejas épocas. Son 25 años de tocar para mucha gente y se puso frío”, admite.
Entonces, ¿se viene el final?
Entre lo que queda de este año y el que viene, seguro. Sólo nos van a escuchar en discos. En los mejores y peores. Aparte, ya armé una banda nueva con tipos que admiro muchísimo: Fernando Samalea, Hubert Reyes (de la banda de percusión afroperuana Los negros de miércoles ) y Fernando Nalé (bajista de Gustavo Cerati, IKV ). Después sí, llegará lo nuevo. Quiero que sea bien international; que no suene argento. Ya tengo una galería de canciones nuevas. Yo saco una hoja y es un tema.
¿Qué se espera a esta altura de tu carrera de una banda nueva?
Lo primero que puse en claro fue que no quería un grupo donde a los cinco años se vaya alguno. Ahora quiero ser alumno. Que la gente más grosa que yo me enseñe; que yo no la entienda y me la expliquen. Con Intoxicados no ensayábamos y los recitales salían re bien. Nos superamos todos individualmente muchísimo, pero no sé si tocamos el cielo o el infierno.
¿De dónde estás más cerca hoy?
Qué sé yo… No tengo problemas con las drogas y con el alcohol, tengo problemas con los drogadictos y con los alcohólicos. Soy un tipo tranquilo, pero no me gusta que me jodan ni me como los mocos con nadie; soy acción-reacción. Pero nunca empecé una pelea.
En sus épocas oscuras, a Pity lo visitaban políticos. Macri le ofreció ayuda, Cristina lo invitó a la Casa Rosada. Preocupados por su salud, le ofrecían apoyo. También, tocar en Plaza de Mayo para el Bicentenario. Pero Pity eligió hacer un show en Ciudad Oculta, como cada 25 de mayo. De ahí su reacción cuando se le mencionan las recientes declaraciones de Andrés Ciro en la última Rolling Stone, cuando criticó a los músicos que tocan para el Gobierno: “Esos son los que después terminan haciéndolo. ¿Viste el tema Extraterrestre, de El otro Yo? Bueno, dice “no soy un diputado, no soy un corrupto”, y el loco (el cantante de esa banda, Cristian Aldana) fue candidato el año pasado por el Frente Para la Victoria. También criticaba a las compañías discográficas -agrega- y se asoció a una. Al final, todos terminan tocando en un acto de gobierno, como el Indio”.
Ahora Pity mete poses para las fotos, enciende cigarrillos, mira y se entusiasma cada vez más. Hay que gritarle ‘ ¡¡Cuidado!!’, para que no se corte un pie (está descalzo y hay un vaso roto en el piso). Agarra a Mao, se lo pone en la boca, juega a ser su mamá gato.
Tenés una hija y hablás poco de ella. ¿Cómo vivís la paternidad?
Se llama Blondie, tiene dos años y medio, ahora está empezando a agarrar gracia. Me imita mucho, adopta palabras que digo. Yo a veces trato de buscar el equilibrio de la guitarra en el piso hasta que se queda parada, viste, y ella nunca me vio hacer eso. El otro día María (Mariángeles Giovanonne, su ex pareja) me contó que la vio en el patio haciendo lo mismo con el escobillón. Es una niña índiga, que nació a los ocho meses. Le gusta la música. Le regalé un par de huevitos de percusión y los toca arriba de un tema con ritmo.
¿Qué creés que piensa de vos?
Me ve medio raro, creo. Todo lo que no puede hacer, yo se lo dejo hacer, soy como un nene más.
¿Qué consejos le vas a dar?
Sólo un par de respuestas para cuando se la vengan a chamuyar.
Pity está cansado. Bosteza en el camino de regreso al patio de la merienda. Muestra sus dos motos. Dice “ volvé cuando quieras ”. Y recuerda: “ Ya sabés, golpéa fuerte ”.
Aprendiendo a tocar con Pity
Aunque a Pity le moleste o no le importe, escándalo es una palabra que rodea su figura y muchas veces opaca su arte. En julio de 2010 le rompió el celular a una fan que le pidió una foto y amenazó con un arma a la madre de la joven. Y en 2012 lo detuvieron en la calle con un arma calibre 45.
En julio de este año fue absuelto por el Tribunal Oral Criminal 20, que lo consideró inimputable. A su vez, Pity aceptó en mayo de este año una probation que le otorgó la Justicia: enseñar música a chicos de un centro comunitario para evitar una condena por portación de armas. “Empiezo en estos días en un Centro Cultural por La Paternal. Sé que va a venir mucha gente, imaginate que capaz quieran ir a verme a mí, pero no tengo drama. Mientras vengan a prestar atención y no me digan ‘che, me das un autógrafo’, va a estar todo bien”, promete Pity. El nunca fue docente, de hecho se reconoce como un guitarrista autodidacta. Por eso, tiene un plan. “Los voy a separar en grupos y en niveles y les voy a dar un par de ejercicios. Nunca di clases y tampoco fui aprendiz de guitarra, así que es medio difícil. Pero yo también aprendí mis primeros acordes en un centro cultural. Que traigan cuaderno y grabador porque les voy a pasar mucha info”.