Plan contra el hambre: se entregaron en Concordia las primeras tarjetas alimentarias
Las madres recibieron las primeras credenciales. Un equipo de nutricionistas ofreció talleres sobre cómo comer bien: van a insistir en el consumo de lácteos, carnes, frutas y verduras y habrá un seguimiento estatal de las compras para orientar a las familias.
Decenas de mamás con sus gurises en brazos, o incluso en sus vientres, coparon el patio interno del Centro de Convenciones de la ciudad de Concordia, Entre Ríos. Todas estaban allí con su DNI en la mano listas para retirar la tarjeta alimentaria que forma parte del programa de Argentina contra el Hambre que lanzó el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación conducido por Daniel Arroyo. A poco más de una semana de la asunción del nuevo gobierno, esta política habilitará a las mamás beneficiarias de la AUH, y que estén embarazadas de más de tres meses o tengan niños menores de 6 años, una suma de cuatro mil pesos -o seis mil si tienen dos o más hijos- para gastar exclusivamente en alimentos. “Esto me sirve muchísimo porque al trabajar en la cosecha de citrus no cobro regularmente un salario. Hay días que sale y días que no”, dijo Myriam, una habitante de Concordia, la ciudad con más pobres del país, según el Indec. Luego, sentada en los escalones de la entrada del edificio junto a sus dos chicos, explicó a Página/12 que “con esta tarjeta sé que más o menos voy a tener para sustentar a mis hijos y eso me pone contenta porque ya no tenía que darles”.
En el inicio del programa que encabezó este jueves Arroyo en Concordia también estuvo presente el gobernador de Entre Ríos Gustavo Bordet, el intendente del municipio, Enrique Cresto y el de Hurlingham, Juan Horacio Zabaleta.
Primero, los funcionarios dieron una conferencia de prensa y recorrieron el Centro de Convenciones que se convirtió -desde el miércoles, y permanecerá así hasta este sábado- en una especie de sede del banco Nación donde además distintos especialistas y nutricionistas daban talleres acerca de cómo llevar adelante una dieta saludable y equilibrada. Incluso utilizaban alimentos de plástico para graficar las proporciones justas y folletos que podían llevarse las madres a sus casas. “Si bien con la tarjeta no pueden comprar bebidas alcohólicas, recomendamos que tampoco compren gaseosas porque son caras y malas para la salud. Tampoco snacks porque tienen muchísima más sal de la recomendada para el consumo diario”, les argumentó a un grupo de madres una de las nutricionistas del programa. En esta línea, Arroyo aclaró que “si bien la familia compra los alimentos que quiere, desde el ministerio ayudaremos para que puedan mejorar su alimentación”. Luego, el Ministro agregó que “es la primera vez que se lleva a cabo una política en Argentina que funciona con un seguimiento en tiempo real. A medida que el beneficiario compre, se estudiará qué tipo de alimento está consumiendo. De esa forma, se les podrá ofrecer orientación. Vamos a insistir con que se fortalezcan los rubros lácteos, carnes y frutas y verduras”, dijo. En este marco, Arroyo explicitó que “estamos preocupados porque tenemos en el país una nueva generación de niños que cuando les hacen los estudios de peso y talla son petisos y obesos por la mala alimentación”. Más tarde, el Ministro afirmó que “otro de nuestros objetivos centrales es que deje de bajar mes a mes el consumo de leche”.
En cuanto a los recursos con los que se financiará el programa, Arroyo explicó que “el dinero sale de reorganizar las partidas del área social. No utilizamos el fondo de los jubilados”, aclaró. “Para lo único que utilizamos Anses es para cruzar la base de datos y avisar a los beneficiarios que tienen que acercarse para que personal del banco Nación les entregue la tarjeta”. Además, observó el titular de la cartera en diálogo con este diario, que “esos cuatro o seis mil pesos funcionarán como una inyección de recursos para el desarrollo local. Habrá más de 35 millones de pesos que van a mover la economía”.
Uno de los problemas que surgieron durante el primer día de uso de las tarjetas fue que algunos comerciantes quisieron cobrar un porcentaje extra por la utilización del beneficio o separar la comida en peores condiciones para decir que sólo podían consumir eso quienes tenían la nueva tarjeta. “Desde los municipios tenemos que impedir que esto suceda y sancionar a quienes lo hagan”, afirmó Cresto, intendente de Concordia y explicitó que «debe ser el Concejo deliberante el que, en esos casos, dé de baja al comercio del beneficio o directamente lo clausure».
Luego de recorrer el lugar donde se hacía la entrega de tarjetas, el Ministro visitó una planta de residuos y finalmente, ya sin el gobernador Bordet -que tenía cita con Matías Lammens, ministro de Turismo y Deporte de la Nación en Paraná, donde lanzaron la temporada turística- fueron a la Casa de Gobierno donde tuvieron una reunión con intendentes de diferentes localidades provinciales. Arroyo, además de ser declarado huesped de honor del municipio, detalló aspectos del programa y despejó dudas. En cuanto a la llegada de las tarjetas a las demás localidades del país, especificó que en realidad el comienzo del programa estaba planificado para febrero pero por la urgencia económica decidieron comenzar de manera rápida. “Nuestro objetivo es llegar a dos millones de niños. Arrancamos aquí donde entregaremos más de siete mil tarjetas que alimentarán a casi diez mil chicos, pero continuaremos por todo el país», subrayó. Por último explicó que por ahora sólo podrán comprar con la tarjeta en lugares que cuenten con posnet pero que, junto a su equipo, están trabajando para desarrollar una APP que permita realizar las compras también en ferias, cooperativas y sitios de la economía popular.
Fuente: Página 12