Prevén una menor actividad económica para 2018

Tras el año electoral, el ajuste fiscal, las altas tasas y la caída del ingreso restarán dinamismo a la economía. El dólar seguirá atrasado.

Los economistas esperan un crecimiento muy moderado de la actividad económica en 2018, una inflación por encima de las metas del Banco Central y un dólar que, aun con la movida de las últimas semanas, seguirá atrasado respecto de la evolución general de precios.╠

La consultora Economía & Regiones prevé una inflación promedio de 20,2 por ciento en 2018, por encima de la meta oficial de 8 por ciento a 12 por ciento.

Según la consultora fundada por Rogelio Frigerio, las reformas económicas que en trazo grueso ya aprobó el Congreso, significarán un aumento de medio punto porcentual en el déficit fiscal, como porcentaje del PBI. Esta brecha, consecuencia de la resignación de impuestos y aportes, sólo será parcialmente compensada por el ajuste previsional de 100 mil millones de pesos. Así, cubrir el rojo fiscal y financiero, que estima entre 6,5 por ciento y 7 por ciento del PBI, demandará una mayor expansión monetaria que no podrá ser absorbido totalmente por el aumento de la actividad económica, que no tendrá un aumento importante.

El crecimiento económico no presentará una variación positiva de relevancia. La consultora prevé que el arrastre estadístico de 2017 (1 por ciento) le aportará aire a la actividad durante el primer cuarto del año. «Luego pierde fuerza», advierte. La perspectiva de evolución del PBI es de un aumento del 2,3 por ciento pero, básicamente, por el arrastre del año anterior.

«El nivel de actividad no tiene de dónde agarrarse», advirtió la consultora. En este contexto de necesidad de endeudamiento, altas tasas de interés e inflación por encima de las metas, el veredicto de E&R para el dólar es que seguirá barato durante el año próximo.

Populismo financiero

Para Andrés Asiaín, economista del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), el cierre del ciclo electoral llevó el gobierno a archivar el «populismo financiero», caracterizado por el dólar barato con apertura importadora financiado con endeudamiento externo, y cierto impulso al gasto en obra pública, y aplicar la «cirugía liberal».

Por eso, considera que a la debilidad estructural del modelo, se le suma una «coyuntura compleja». Esto debido a que «la parálisis poselectoral de la obra pública, que se frenó desde octubre; las subas de tarifas y altas tasas de interés; las bajas metas de paritarias presentadas como metas de inflación y la reducción del presupuesto de las familias que deben pagar los créditos Argenta e indexados que tomaron en el año electoral, amenazan la dinámica de la inversión y el consumo».

El acceso al endeudamiento externo, que permite anticipar otro año de atraso cambiario, junto a la persistencia en el crecimiento de los créditos indexados, ofrece una contratendencia. Pero el balance, señala el Ceso, » promete una economía en estado vegetativo, con un leve crecimiento, de entro 0,5 por ciento y 1,5 por ciento, según los escenarios de paritarias y de inflación».

Con todo, el economista advirtió sobre el «naufragio» del modelo económico en «términos estructurales». La razón fundamental es el «proceso de endeudamiento insustentable», ya que «la deuda en divisas con acreedores privados se duplicó en estos dos años, en simultáneo con un agravamiento del déficit de cuenta corriente».

Alerta tasa

Esta vulnerabilidad externa es un factor que alerta a todos los economistas. A nivel internacional, Daniel Moss, uno de los editores en la agencia Bloomberg, advirtió sobre una política monetaria más restrictiva por parte de los bancos centrales, que pinche la burbuja financiera de los mercados emergentes. «¿Qué pasaría si la FED considera que necesita ser más agresiva en 2018 que lo esperado porque el desempleo en Estados Unidos baja tanto y la inflación comienza a subir?», inquirió.

«Un cambio en los precios puede generar volatilidad en los activos de los mercados emergentes», explica en la nota Luis Oganes, jefe de análisis global en JP Moran.

La suba fuerte de tasas es sólo el riesgo principal, aunque las predicciones fatídicas incluyen una posible recesión en los países desarrollados y algún que otro cimbronazo en los mercados provocado por «burbujas».

Ejecutivos

Por su parte, un relevamieto de la consultora High Flow entre más de 100 ejecutivos de todo el país reveló que el 52 por ciento de los entrevistados estima que el dólar se ubicará entre $ 20 y $ 24 durante el 2018.

Según los ejecutivos, como ocurrió este año, el Banco Central tampoco cumplirá la meta de inflación. El 77 por ciento la estima entre 15 por ciento y 20 por ciento.

sturzenegger. El presidente del Banco Central está en la mira porque no logra frenar la inflación.

Pignanelli y la divisa

El economista y ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Aldo Pignanelli, sostuvo ayer que el dólar tendría que valer «entre 22 y 23» pesos, aunque consideró que «no es conveniente» realizar una devaluación en estos momentos. «Dado el déficit fiscal y el desequilibrio macroeconómico que todavía tiene la Argentina, toda la devaluación se va a precios», aseguró. El ex presidente del BCRA sostuvo que la apreciación ddel ólar, que en los últimos 10 días avanzó 85 centavos hasta los 18,33 pesos, explicó que se debió a que «a fin de año hay una demanda adicional porque las empresas y los bancos cierran los balances anuales y entonces se posicionan en dólares». Además, dijo, el gobierno «estaba pensando en un dólar de 18,50 para fin de año, así que no hay que preocuparse. El dólar aumentó este año la mitad de lo que lo hizo la inflación: o sea un 12 por ciento contra un 24 por ciento», agregó.