Qué reveló la autopsia de Noelia
Noelia Akrap fue a comprar cigarrillos en los últimos minutos del sábado pasado y nunca volvió a su casa situada en Mitre y Florencio Varela, en el límite entre Berazategui y Quilmes.
Fue vista con vida por última vez , cuando salió de su vivienda, a unas cinco cuadras del lugar del hallazgo del cuerpo.
El cadáver de Noelia Akrap fue hallado el domingo por la tarde, cuando unos nenes jugaban a la pelota en un descampado ubicado en Tupungato y Mitre. Lo descubrieron debajo de un neumático tapado con una chapa, cartones, ropa sucia, tierra y yuyos. El cuerpo de la adolescente estaba semioculto y estaba vestida con un pantalón largo con diseño tipo camuflaje y una remera color anaranjado que se presentaban desordenadas como si hubiesen tironeado de ella.
En el ccadáver no se apreciaron a simple vista heridas cortantes o de arma de fuego, pero en la autopsia reveló que Noelia había sufrido un fuerte golpe en el cráneo, presuntamente provocado con una piedra, que la dejó inconciente y murió por afixia por haber aspirado tierra lo que le ocasionó a muerte. Los mismos forenses también constataron que la adolescente no había sido abusada sexualmente y presenta ADN del atacante bajo sus uñas.
En el lugar fue encontrado un bloque de cemento para construcción que será sometido a peritajes para determinar si se trató del arma homicida, lo que podría apoyar la hipótesis de que el lugar del hallazgo del cuerpo fue el mismo en el que ocurrió el crimen.
«Ella salió a comprar cigarrillos para el hermano y no volvió, la esperaban, la esperaban, no volvía», dijo en declaraciones televisivas María, una hermana de Noelia, quien agregó que en un comienzo sus familiares «se quedaron tranquilos», porque «solía ir a la casa del novio», en referencia a un joven de 26 años, de nombre Jonathan.
María relató que «empezaron a buscarla por todos lados y no la encontraron», que incluso el propio Jonathan, la pareja estable de la menor, «se acercó y también preguntó por ella», y finalmente «la madre fue a hacer la denuncia a la comisaría local».
Los investigadores interrogaron a varios testigos que aseguraron haber visto a Noelia caminando con un hombre con quien parecía tener una relación cercana, y en otro momento fue vista a bordo de un auto, aunque la Policía procuraba determinar si en ambas situaciones intervenía el mismo hombre.
La policía sospechaban que la persona con la que fue vista era conocida, ya que sus familiares aseguran que antes de salir a comprar se comunicaba con alguien a través de mensajes de texto.
Los investigadores están al tanto que además de Jonathan, la relación emocional más estable que tenía Noelia, la adolescente mantenía una relación amorosa con otro hombre, identificado como Rubén de 34 años, que al igual que su novio es casado y tiene hijos. Ambos se presentaron espontáneamente ante las autoridades y se sometieron, por orden del fiscal de la causa a un reconocimiento médico legal y ninguno de los dos presenta lesiones de defensa.
La propia familia sospechaba que alguno de ellos es el autor del crimen. Sin embargo, ambos fueron ya convocados por la Policía y dieron una coartada para esa noche que hasta el momento no pudo ser rebatida.
Tanto Jonathan como Rubén declararon haber estado en otro lugar en el momento en que presuntamente ocurrió el crimen, por lo que ahora los investigadores buscaban a un tercer hombre.
Los registros telefónicos del celular de Noelia, que no fue encontrado junto a su cuerpo, podría revelar con quién conversaba momentos antes de salir de su casa.
En tanto, las autoridades analizaban las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en la estación de servicio a la que Noelia presuntamente se dirigía a comprar cigarrillos, ubicada en Esquel y Mitre, y de otras instaladas en los alrededores, con la intención de reconstruir el recorrido que hizo y de identificar a quien la acompañaba.