Recesión mata deseo: los problemas económicos y laborales se llevan a la cama
Expertos afirman que la libido no es inmune a los conflictos y preocupaciones, y que crecieron las consultas.
El ex gobernador Daniel Scioli esgrimió una curiosa crítica al Gobierno, la situación socioeconómica y el humor social derivado de ella, al afirmar que «genera depresión», por lo que «se venden menos profilácticos», y, ergo, hay menos relaciones sexuales.
“Habría que consultarlo con especialistas, pero cuando las personas se deprimen son más vulnerables, su estado de salud genera una desmotivación en todo sentido», aleccionó.
Los expertos coinciden en que son muchos y diversos los factores que pueden provocar la disminución o la pérdida del deseo sexual, así como la falta de erección y hasta la eyaculación precoz.
Adrián Sapetti, director del Centro Médico de Sexología y Psiquiatría agrega una variable interesante. «Hay que tener en cuenta que la situación económica o las largas horas de trabajo son un combo que puede utilizarse también como excusa para justificar la falta de deseo o el desinterés».
El especialista, no obstante, nota un aumento en las consultas, especialmente de hombres, que son la mayoría de sus pacientes. «No hay que perder de vista que puede tratarse de baja testosterona, depresión o disfuncíon eréctil, pero siempre hay un correlato que se liga con la realidad que se vive, que afecta negativamente».
Sapetti advierte que se registra un aumento en la utilización de Viagra y el consumo de alcohol para «rendir o relajarse o predisponerse». Lejos de proveer una solución, complican el cuadro.
«La depresión, el estrés, la inquietud y la baja autoestima afectan las hormonas y la producción de testosterona. No se puede tratar la problemática si no se considera el cuerpo y la mente como un todo. Recomiendo terapias sexuales breves, una consulta semanal y análisis para definir la problemática específica y tratarla», concluye.
Querer es poder
Paola Kullock es directora de la Escuela de Sexo PK y una amplia conocedora de los secretos para mejorar la vida íntima de la parejas. Y desde su experiencia «pedagógica» afirma que efectivamente hay menos actividad sexual y está relacionado a la crisis.
Pero hila más fino: «Lo que está ocurriendo es que mucha gente estaba ilusionada, pensaba que todo mejoraría y después sintió una gran decepción, y eso afecta el deseo Pero no es cuestión de rendirse sin buscar motivación, sin encontrar momentos en el día. No es fácil. Lo comparo con el gimnasio: la primera vez lo padecés, la segunda también, pero después te empieza a gustar. Hay que tener esa voluntad con el sexo».
Si bien trabaja con hombres, la mayoría de quienes acuden a ella sonmujeres, a las que considera más proclives al «desgano». «Estamossobreexigidas: debemos ser madres, trabajar, estar espléndidas, sexies y tener ganas. Es complicado, pero hay que tener motivación y voluntad para dejar de lado algunas cosas para dedicarlas al sexo».
Por otro lado, advirtió: «Nadie que trabaja 12 horas y no le alcanza la plata llega a su casa excitado, y por otro lado hay tanta oferta de pornoque es más fácil mirar que hacer. Pero lo que me preocupa es que a mi instituto viene gente cada vez más joven que perdió las ganas».
El prestigioso médico especialista fue muy claro: nunca hay sólo una causalidad para esa problemática. «Estoy de acuerdo con que la ansiedad y el estrés pueden influir, pero las causas son muchas y lo que dijo Scioli,o lo que le dijeron que diga, lo hizo como político y no especialista. Sabe que hablar de sexo tiene repercusión… por qué no habló de cloacas, hospitales, inseguridad…», remarcó. Y advirtió que no hay una relación directa entre crisis y disfunción sexual.