River no jugó bien pero volvió a sonreir
El único gol del equipo que dirige Marcelo Gallardo lo convirtió el reaparecido delantero Lucas Alario, a los 36 minutos de la segunda etapa.
Por su parte, el lateral izquierdo del conjunto local Damián Pérez se fue expulsado a los 42 minutos del período final.
River, que cortó una racha de tres partidos sin triunfos (dos derrotas y un empate), llegó a 49 puntos; mientras que Vélez, que sumó su tercer caída consecutiva como local, se quedó con 29 unidades.
El desarrollo del primer tiempo fue muy aburrido, ya que ninguno de los dos equipos impuso su juego ni generó situaciones de gol.
Vélez, con un 4-4-1-1, asumió el protagonismo, con Fabián Cubero como estandarte (regresó tras la operación de meniscos), pero le faltó fútbol e ideas para quebrar a un rival que tampoco hizo mucho por el partido.
Es que River, con 4-4-2, careció de juego, aunque tuvo la salvedad de que su entrenador Gallardo dispuso un equipo alternativo, ya que sus objetivos en el último semestre del año son, en principio, la Copa Sudamericana (está en semifinales) y, a fin de año, el Mundial de Clubes.
Así entre las limitaciones -y ambiciones distintas- de uno y otro transcurrió la primera etapa sin pena ni gloria y solamente se destacó un cabezazo del zaguero de Vélez Emiliano Amor que exigió a Julio Chiarini, a los 40 minutos de juego.
La segunda etapa no sólo ganó en intensidad sino también en fútbol y ocasiones, porque ambos equipos se soltaron y pisaron el área rival.
River tuvo el gol en dos oportunidades, el defensor Milton Casco estrelló un tiro en el palo derecho (8m.) y el delantero Javier Saviola metió un disparo en el palo izquierdo (24m.), previas al gol de Alario (volvió, tras su lesión en el hombro), luego de un grosero error del arquero Alan Aguerre.
Vélez, donde el entrenador Miguel Ángel Russo se despidió ante su público, también contó con sus chances, pero chocó con la seguridad de Chiarini, a la postre uno de los mejores valores del equipo visitante.