Sacaron a la Argentina del principal ranking mundial que mide la calidad de la educación
Esta vez no habrá que hacer malabares para justificar las malas noticias que traen los datos, porque faltan los datos. La Argentina brilla por su ausencia en el informe de resultados de la última prueba internacional PISA, tomada en septiembre de 2015 para medir la calidad educativa en 72 países y regiones del mundo. Aunque 6349 alumnos argentinos de 15 años participaron de la evaluación –que examina las habilidades de los estudiantes en lectura, matemática y ciencias–, las respuestas de esos chicos fueron descartadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el organismo que toma la prueba. “La muestra de la Argentina no cubría la población objetivo, debido a la potencial omisión de escuelas del marco muestral”, justifica el informe PISA 2015, presentado hoy en todo el mundo.
En una situación inédita para el país, PISA 2015 marca la primera vez que, pese al enorme esfuerzo –de las escuelas, pero también presupuestario– que supone la participación en la evaluación, los resultados son descartados por no considerarse representativos. Cada tres años, el ranking que surge de las pruebas PISA desata un debate sobre la calidad de la educación en los países participantes. Argentina participó en todas las ediciones desde la primera, en el 2000 (con excepción del año 2003, tras la crisis de 2001-2002), e incluso comprometió ya su participación en la próxima, que se tomará en 2018.
El informe anticipado a la prensa sí presenta resultados para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que –al igual que en 2012– participó con una muestra propia. Los alumnos porteños tuvieron la mayor mejora entre todos los participantes de PISA en Ciencias, el área priorizada en esta edición.
“En Argentina, la prueba PISA fue implementada de acuerdo con los estándares operativos y las guías de la OCDE. Sin embargo, hubo una disminución significativa en la proporción de estudiantes de 15 años abarcados por la evaluación, tanto en términos absolutos como relativos”, sostiene el informe al explicar la eliminación del país en la difusión de resultados. Y añade que “hubo una reestructuración de las escuelas secundarias en Argentina, lo que probablemente afectó la selección de escuelas listadas en el marco muestral”.
Esa “reestructuración” se refiere a la desaparición de la EGB y el Polimodal, que comenzó en 2006 pero fue implementada progresivamente en las provincias. Una alta fuente de la anterior gestión educativa aseguró que el avance de esa reforma fue menor hasta 2012, pero que entre 2012 y 2015 “desaparecieron” en términos administrativos miles de escuelas en todo el país, como consecuencia de la “fusión” de las anteriores EGB 3 (de 7° a 9°) y Polimodal (de 1° a 3°) en una sola secundaria (de 1° a 5° o 6°, dependiendo de la provincia). Esa misma fuente explicó que “los países mandan a PISA una lista de escuelas, y la selección final corresponde a los organizadores de la prueba”.
Aunque la explicación de la OCDE es imprecisa, la consecuencia es clara: el organismo consideró que, por las modificaciones en la muestra, los resultados de PISA 2015 para la Argentina no serían comparables “con los de otros países, ni con los de las pruebas anteriores”. De esta manera, el país perdió uno de los mayores aportes de la evaluación: la posibilidad de compararse contra sí mismo y registrar si sus estudiantes mejoran o empeoran a lo largo del tiempo.
Hasta la difusión del informe, algunos rumores señalaban que la prueba había arrojado mejoras significativas para la Argentina: se hablaba de un 10% de mejora, en línea con el progreso logrado por la Ciudad, pero también hubo trascendidos que hablaban de mejorías aún mayores. El Ministerio de Educación de la Nación no respondió a las consultas de Clarín; hoy a las 9 habrá una conferencia de prensa del ministro Esteban Bullrich en la Casa Rosada.
Además de Argentina, fueron excluidos de los resultados –por motivos diferentes, como errores en la captura de datos o la baja tasa de respuestas– Albania, Malasia y Kazajistán. El ranking de 2015 está encabezado por Singapur, Japón, Estonia, la ciudad china de Taipei y Finlandia (que vuelve al top 5 después de haber caído al puesto 12 en 2012), en ese orden. El anterior líder del ranking, Shangai, descendió al puesto 10: en esta edición, participó junto con las localidades chinas Beijing, Jiangsu y Guangdong.
Los países de América Latina siguen en la mitad inferior de la tabla, por debajo del promedio de la OCDE (493 puntos). El mejor desempeño vuelve a ser el de los alumnos de Chile (puesto 44 en el ranking global, con 447 puntos), seguidos de Uruguay, Costa Rica, Colombia, México, Brasil, Perú y República Dominicana, que participa de la prueba por primera vez y quedó en el 70° y último puesto. El país latinoamericano que más ha mejorado desde 2012 es Perú: sus alumnos sumaron 14 puntos en Ciencias y en Lectura.