San Lorenzo abrazó la Copa
San Lorenzo acabó con su mayor estigma deportivo, tras conquistar la Copa Libertadores de América por primera vez en su historia, al término de su doudécima participación sobre 55 ediciones.
El club de Boedo, último grande del fútbol argentino en lograr el máximo torneo continental, experimentó desde 1960 una intrincada relación con la competencia, que generó la obsesión de sus hinchas y provocó la burla de sus rivales.
Con la inscripción de su nombre en la cartelera de campeones sudamericanos, San Lorenzo sepultó un apéndice del folclore del fútbol argentino y proyectó su escudo a la órbita mundial para desmitificar un perfil de cabotaje que lo persiguió durante más de medio siglo.
Acaso el desprecio que mostró por la competencia durante la primera edición de 1960, se volvió en los años posteriores un castigo para llegar a la gloria continental como sí lo hicieron luego Independiente (7), Boca Juniors (6), Estudiantes de La Plata (4), River Plate (2), Racing Club, Argentinos Juniors y Vélez Sarsfield (1).
Llamada «Copa de Campeones de América», con apenas 7 integrantes, San Lorenzo llegó hasta semifinales después de eliminar en llave directa a Bahía de Brasil hasta que se topó con Peñarol de Montevideo, posterior ganador.
El primer partido entre ambos terminó 1-1 en Montevideo, la revancha fue 0-0 en Buenos Aires y el juego desempate, que debió jugarse en terreno neutral, finalmente se repitió en el estadio Centenario, después que la dirigencia uruguaya le comprara la localía a los directivos sanlorencistas a cambio de 100 mil pesos de la época. El conjunto «carbonero» venció 2-1 y avanzó a la final, en la que se impuso sobre Olimpia de Paraguay.
Pasaron 13 años para la segunda participación en la Libertadores, ya con 19 equipos de 9 países. San Lorenzo se adjudicó el Grupo A de la fase inicial y en la ronda siguiente terminó segundo y eliminado en la llave A, luego de perder con Independiente (campeón ese año) en Avellaneda, la última fecha.
En 1988, con el recordado equipo de «Los Camboyanos», se presentó la tercera oportunidad para alzar el trofeo pero el Newell`s Old Boys de Gerardo «Tata» Martino y Gabriel Batistuta lo frustró en semifinales tras ganarle en Rosario (1-0) y en la cancha de Vélez (2-1).
Con la dupla Néstor Gorosito-Alberto Acosta, más el aporte de Jorge «La Chancha» Rinaldi, San Lorenzo apostó a la Libertadores 1992, en la que generó ilusión tras golear a Newell`s (6-0) en el Parque de la Independencia y ganarle a Colo Colo, que defendía el título, en la fase de grupos.
Sin embargo, los rosarinos -entonces dirigidos por Marcelo Bielsa- le pusieron nuevamente punto final al sueño «azulgrana» en cuartos.
Cuatro años más tarde y uno después de cortar una sequía de 21 años en el fútbol local con la obtención del Clausura 1995, el «Ciclón» se lanzó a otra aventura sudamericana que terminó en la misma instancia y nuevamente frente a un rival argentino: River.
Una falla del arquero Oscar Passett le permitió al equipo de Ramón Díaz, campeón de esa edición, tomar una ventaja decisiva (2-1) en el partido de ida, que San Lorenzo no alcanzó a revertir en el Monumental (1-1).
Al comenzar del nuevo milenio, el equipo se acostumbró a jugarla más seguido pero la mayoría de las veces con resultados frustrantes.
En 2000, 2001 y 2002 no superó la primera fase, pese a que en ese lapso el club logró sus primeros títulos internacionales: la Copa Mercosur 2001 y la Sudamericana 2002.
Repitió el fracaso en 2005 cuando marchó de la competencia sin ganar y en el último puesto del Grupo 7, que compartió con Chivas de Guadalajara, Once Caldas de Colombia (campeón vigente) y Cobreloa de Chile.
Bajo la dirección técnica de Ramón Díaz y con Marcelo Tinelli como inversor, San Lorenzo estuvo a tiro del título en 2008 cuando quedó eliminado en cuartos de final y por tiros penales ante la Liga Deportiva Universitaria de Quito, que fue campeón con Edgardo «Patón» Bauza como entrenador.
Aquel equipo «azulgrana», con Andrés D`Alessandro y Gonzalo Bergessio como figuras destacadas, pasó con angustia la fase inicial pero ingresó en la historia en octavos cuando eliminó al River de Diego Simeone en el Monumental, tras empatar con dos jugadores menos un partido que perdía 0-2 en el segundo tiempo.
El año siguiente registró la última decepción copera. El equipo de Miguel Angel Russo, que llegaba de perder un título doméstico en un triangular junto a Boca y Tigre, tampoco superó el Grupo 8, en el que terminó debajo de Libertad de Paraguay, San Luis de México y Universitario de Perú.
Un lustro después, a sólo seis meses de la llegada de Bauza y tras clasificarse a la ronda eliminatoria con ribetes de hazaña, San Lorenzo concretó el sueño que movilizó a generaciones de hinchas: la ansiada Libertadores.