Se consolida el recorte en Conicet: 50% menos de vacantes y fuerte reducción para las ciencias básicas
Con un solo voto disidente, los directivos del organismo avalaron una convocatoria para 2018 con sólo 450 vacantes, la mitad que en 2015. Además, decidieron romper el equilibrio en los recursos asignados a las distintas ciencias: más para las tecnológicas, menos para las básicas.
La primera reunión del año del directorio del Conicet se dio en un clima de conflicto, tanto adentro como afuera. Mientras en la calle jóvenes científicos protestaban por la reincorporación de los despedidos, dentro del edificio siete de los ocho directores convalidaban el recorte: 450 vacantes para la próxima convocatoria de investigadores –la mitad que en 2015- y un 50% de ellas concentradas en temas “estratégicos y tecnológicos”, en detrimento de las ciencias básicas.
Así, el llamado a concurso para ingresar a la Carrera de Investigación en 2018 –que se abrirá el primero de marzo- dispondrá de una cifra de vacantes similar a la de 2016. Esto implica un recorte del 50 por ciento con respecto al año 2015, el último que registró crecimiento sostenido de ingresantes. Pero tal no es el único cambio. En la nueva convocatoria la representación de las ciencias básicas sufrirá un drástico recorte: bajará del 80 al 50 por ciento. En contrapartida, los temas “estratégicos y de tecnología” subirán de un 20 a un 50 por ciento.
“Mi postura es completa, absoluta y abismalmente diferencial”, enfatizó la socióloga e historiadora Dora Barrancos, directora del Conicet en representación de las Ciencias Sociales y Humanas, cuyo voto fue el único disidente en la reunión de ayer. “Aceptar ahora, en febrero, un cupo de 450 vacantes quiere decir que el Directorio se va a abstener de cualquier compromiso, de cualquier batalla, con diputados o senadores, para el aumento del presupuestario”, advirtió, en diálogo con Política Argentina.
“La segunda cuestión, gravísima, tiene que ver con una mengua de participación estrepitosa de las ciencias básicas, que comprenden a las sociales y humanidades”, planteó. Según Barrancos, “las ciencias sociales en este momento tienen un 23 por ciento, y quedarían en un 15”. Aclaró, además, que la restricción no afecta sólo a las humanísticas sino también a disciplinas de las ciencias básicas no contempladas dentro de la grilla de “estratégicas”, como la biología molecular. “Si eso no es maniobra, si no es una operación deliberada, política, para limitar la expresión de las ciencias básicas y sociales, ¿cómo se puede llamar?”, se preguntó Barrancos.
La decisión del Directorio, con la única disidencia de Barrancos, se tomó mientras puertas afuera reflotaba la protesta contra el recorte implementado desde la cartera que conduce Lino Barañao. Incluso, hubo un «panquecazo» dedicado al ministro. A dos meses del masivo reclamo contra los ajustes y de la toma del Ministerio, los científicos volvieron a la calle ante la sede de Palermo del Polo Tecnológico para protestar contra 19 nuevos despidos y exigir el cumplimiento del acuerdo alcanzado en diciembre, que garantizaba la reincorporación de más de 500 trabajadores. A partir de lo acordado en el Directorio, el panorama para 2018 no será mejor.