Se jubiló Guido Suller
Guido Suller supo tener su lugar en la televisión como mediático por sus escandalosas peleas familiares, pero también mantuvo su trabajo durante varios años como comisario de abordo. Después de 25 años, y con problemas en la vista, decidió dejar de trabajar y le escribió una emotiva carta a sus compañeros de vuelo.
«Queridos compañeros: nunca imaginé estar escribiéndoles esto, (lo veía muy lejano) pero sí, el día llegó. Me bajo de Aerolíneas, con todo lo que eso implica, y lo hago con un nudo en la garganta porque este no es un trabajo más, esto es una forma de vida; una vida increíble en la que viví de todo, abordo y en las postas, les aseguro que no me privé de nada, todo fue vertiginoso e intenso, yo creo que con 50 he vivido más de 100.
Me parece ayer que con mi trajecito de Angelo Paolo (Dios como picaba je) me presenté casi sin esperanzas a esa opción, y fui quedando y quedando hasta que quedé y de repente me vi vestido con ese uniforme nuevo, mi jopo rubio y mi juventud que me rebalsaba. Era feliz, me reía y disfrutaba cada vuelo, para mí era como una fiesta. Esto fue hace 25 años ya, cuando yo era un Susano y a mi grupo nos llamaban «Los Susanos».
Ahora mi cuerpo me pide por favor que me baje, mis ojitos ya no están como antes y los médicos no me dejan volar. Quiero también pedir disculpas si alguna vez le falté el respeto a alguien fuera de la empresa, porque dentro estoy seguro de que no. Pasa que la vorágine de la televisión a veces te hace decir o hacer cosas que cuando las ves, decís: ¡ese no soy yo! También quiero resaltar el cariño y el respeto que he recibido por mis compañeros en cada vuelo. Me emociona, porque eso habla de la capacidad de ustedes para entender que la vida te va llevando por distintos rumbos, y hay que aceptar lo que elige el otro.
Traté siempre de ser un buen compañero, de hacer mi trabajo como corresponde, de entender cuando alguno estaba mal por algo y tratar de ayudarlo, porque este es más que un trabajo, esta es un convivencia donde a todos nos puede pasar algo.
Dios, no sé cómo voy a hacer para superar esta etapa, fue la más linda de mi vida. Cuando me pidieron el uniforme y la credencial sentí que me estaban sacando un brazo o una pierna, se me llenan los ojos de lágrimas. Chicos, los voy a extrañar. Aerolíneas, ¡gracias por haberme dado tanto!».