Seminoma, un tumor que afecta a los jóvenes
La cirugía para retirar el port-a-cath que tenía colocado Martín Insaurralde es signo de que el ex intendente de Lomas de Zamora alcanzó la curación del cáncer testicular que le diagnosticaron en 2011. Así lo confirmó en una entrevista con DoctorVid el jefe de la División Urología del Hospital de Clínicas José de San Martín, doctor Osvaldo Mazza, quien brindó detalles sobre las características de esta clase de tumores, que afecta a uno cada 100.000 varones.
-¿Qué es un seminoma?
-Es un tumor canceroso del testículo, uno de los más comunes, que afecta fundamentalmente a gente joven, aunque hay alguna variedad de seminoma que puede afectar a individuos de mediana edad. Este tipo de tumor integra un grupo de tumores llamados germinales, es decir que su origen está en los tubos que generan los espermatozoides.
Hay dos tipos de tumores germinales, los seminomas, menos agresivos, y los no seminomatosos (carcinoma embrionario, queratoma, y coriocarcinoma), que son mucho más agresivos.
-¿Cuáles son las causas de esta clase de tumores?
-Es un tumor que viene por una aberración genética, que hace que en algunas personas se desencadene. Incluso hay algunas células -destinadas a producir espermatozoides- que ya en el momento en que el embrión se está formando, se desvían y pueden ubicarse en otras regiones del organismo; luego, llegados los 18, 20 o 22 años de edad, se desarrolla un seminoma pero no en el testículo sino en el tórax o en el retroperitoneo y tienen todas las características del seminoma testicular.
-¿Qué incidencia tienen los tumores de testículos?
-Generalmente se dan en uno cada 100.000 varones. La mitad de ellos son seminomas, es decir que el seminoma se da en uno cada 200.000 varones. Si bien no se ha comprobado aún, se cree que el aumento de la exposición a las radiaciones que tiene cualquier ciudadano común –sobre todo los que viven en las grandes ciudades- (radiaciones en la atmósfera, radiaciones electromagnéticas provenientes de antenas de telefonía celular, microondas, y la exposición del ser humano con el auge del radiodiagnóstico y ahora las tomografías y otros métodos de captura de imágenes) también puede ser una causa a tener en cuenta. Estas radiaciones pueden desencadenar el cáncer testicular, como también el hecho de que la madre haya recibido estrógenos durante el embarazo.
-¿A qué edad se da el pico de incidencia de los tumores testiculares?
-Entre los 20 y 30 años.
-¿Qué síntomas producen?
-La mayoría se manifiesta con un agrandamiento testicular y dureza. A veces, con dolor. El paciente advierte que un testículo está más grande y más duro. Por eso, es fundamental que cuando un varón note alguna alteración en sus testículos, consulte a un médico. La mejor forma de detección temprana es que el hombre, al bañarse, se palpe los testículos y -ante la menor dureza o agrandamiento- consulte a su urólogo. Porque tanto el seminoma como los otros tumores que llamamos germinales no seminomatosos, son tumores de alto crecimiento, con alta tasa de reproducción. Por ejemplo, en un tumor germinal no seminoma, una célula se duplica cada 18 días. Y en un seminoma, cada 30 a 50. Es una tasa de crecimiento rápida. Hay que actuar rápido.
-¿En qué consiste el tratamiento?
-Siempre se debe hacer una anatomía patológica que confirme la presencia del tumor y luego sacar el órgano que lo aloja, mediante cirugía. Hay que recordar que una persona con un testículo solo funciona sexual y reproductivamente muy bien.
Después, se realiza una estadificación: se observa cómo está el organismo, si hay ganglios, miramos también si no hay una metástasis pulmonar.
En ciertos pacientes, se extirpa el testículo y se observa que no hay metástasis ni diseminación en ningún lado; en esos casos, sólo hay que controlarlo.
Lo bueno de este tipo de tumores es que una vez extirpado, si al paciente no se le hace luego ningún tratamiento y en dos años no generó ninguna imagen diagnóstica rara, se puede dar por curado.
Los tumores germinales no seminomatosos son mucho más agresivos, porque se reproducen rápidamente y, a veces, en el momento del diagnóstico ya tienen ganglios tomados e incluso hasta tienen metástasis en los pulmones. En ese caso, lo que hay que hacer es primero extirpar el testículo. Después hacer una activa quimioterapia y luego, si quedan restos, sacarlos mediante una linfadenectomía y exploración retroperitoneal.
-¿Qué tasa de curación tienen los tumores testiculares?
– En el 95% de los casos la respuesta al tratamiento es muy buena.
-¿Para qué se le coloca un port-a-cath?
– Es una especie de tubito que va conectado a una vena, para no pinchar o romper una vena cada vez que al paciente se le da quimio. Debajo de la piel se coloca una bolsita de material de silicona y se agrega la droga ahí. En el caso de estos tumores, si pasa un tiempo determinado después de la última evidencia de tumor y no aparece nada, se puede decir que el paciente está curado. Por eso se extrae el port-a-cath, porque no necesitará más quimioterapia.