Las noticias desde Asunción, en tanto, resultaron lapidarias: Conmebol informó que el partido se disputará -si es que finalmente tiene lugar- fuera del territorio argentino. Entonces, más desazón invadió al hincha de River. Y superada la nueva frustración, surgió una pregunta: ¿quién me devuelve el dinero de la entrada?
Con el fallo del Tribuna de Disciplina todavía en veremos, hubo varios socios que empezaron a contactarse en las redes sociales con una propuesta: iniciarle un juicio a la Conmebol y al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por daños y perjuicios. Es más, hasta en Change.org, la mayor plataforma de peticiones del mundo, hay una propuesta titulada «Socios de River -Acción Civil y Penal contra la CONMEBOL y el GCBA por daños y estafa».
Se amparan en las declaraciones de Horacio Rodríguez Larreta. El alcalde porteño responsabilizó al Ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo, quien debió renunciar presionado por el Poder Ejecutivo.
En el club, a fin de cuentas, consideran que nada tienen que ver con los incidentes que se produjeron en la esquina de Lidoro Quinteros y Libertador, donde un grupo de energúmenos emboscó el micro que trasladaba al plantel de Boca. Si hasta sospechan de la presencia de infiltrados, una versión incomprobable. Los agresores, en definitiva, tenían camisetas del Millonario.
La devolución del dinero generará un gran agujero en la tesorería de Udaondo y Figueroa Alcorta, que además ya perdió 18 millones de pesos, el costo de los dos operativos de seguridad: el del sábado, que resultó poco eficiente, y el del domingo, que se dispuso para una revancha que nunca se disputó.
Se descuenta, por otro lado, que habrá una fuerte multa (se calculan 400 mil dólares) por los incidentes registrados el sábado fuera y dentro de la cancha, lo que le valió la clausura del estadio de la Agencia Gubernamental de Control (AGN) y otro importante desembolso.
Si se toman en cuenta estas cifras y el Tribunal de Disciplina resuelve que se juegue sin público, la pérdida será de unos 3.500.000 de la moneda norteamericana. Estaría así por encima del premio por acceder a la final, valuado en 3 millones de dólares -que de todas maneras iría en gran parte a los jugadores.
Los teléfonos de River sonaron permanentemente durante la tarde, cuando Alejandro Domínguez comunicó que el partido no se jugaría en Argentina. Mientras tanto, el fiscal Norberto Brotto investiga el caso de la reventa de entradas y el lazo de Héctor Caverna Godoy con la dirigencia. D’Onofrio aseguró que no sabe de dónde salieron las entradas que le incautaron al líder de los Borrachos del Tablón y remarcó que siempre se mostró dispuesto a colaborar con la Justicia.