Todos contra Aguad
La diputada del Frente para la Victoria (FPV) Araceli Ferreyra no se anduvo con vueltas y a poco de comenzar la sesión presentó una cuestión de privilegio contra el radical Oscar Aguad. Lo acusó de ser «un delincuente de guante blanco» beneficiado por la Corte Suprema cuando ese tribunal declaró la «extinción por prescripción» de la causa que lo investigaba por una presunta defraudación que cometió cuando fue el interventor del municipio de la capital correntina, por una cifra estimada en 60 millones de dólares. Aguad, a su turno, se consideró víctima de «una persecución política».
El radical cordobés fue el interventor federal de la capital de Corrientes entre 1999 y 2001. Al terminar su gestión presentaron una denuncia en su contra por defraudación cometida a través de una operación con bonos. «No se puede consentir que este despojo del pueblo de Corrientes tenga la complacencia de la Corte», afirmó Ferreyra y solicitó a sus pares: «No quedemos el resto de los diputados equiparados a este delincuente de guante blanco que está sentado entre nosotros.»
«A mí nadie jamás en Corrientes me acusó de haberme quedado con un peso ajeno», se defendió Aguad, que recordó que la cámara del crimen «sentenció que no se había cometido ningún delito». Poco después, el diputado del FPV cordobés, Fabián Francioni, consideró que «las maniobras judiciales para dormir la causa» permitieron que haya sido sobreseído por prescripción. También recordó que el diputado radical «forma parte del equipo que ofrece el Frente Amplio Unen como propuesta de transparencia para el país», y señaló: «Pobre país si cae en manos de alguien como Aguad, que se queda con la plata de la gente.» El también diputado kirchnerista Martín Gill pidió «una reforma judicial para que haya justicia verdadera».