En medio de la ola de repudio y dolor que causó el ataque a un boliche gay en Orlando, en el que al menos 50 personas murieron en un tiroteo protagonizado por un joven estadounidense y reivindicado por el Estado Islámico (EI), Trump advirtió: «Yo dije que esto iba a pasar y sólo se pondrá cada vez peor».
«En sus comentarios de hoy, el presidente Obama desgraciadamente se negó siquiera a decir las palabras ‘islam radical’. Sólo por esa razón debería renunciar. Si Hillary Clinton, después de este ataque, aún no puede decir estas dos palabras, debería abandonar la carrera hacia la presidencia», escribió el magnate en un comunicado.
Además, sostuvo que «si no nos ponemos duros e inteligentes realmente rápido, no vamos a tener nunca más un país. Porque nuestros líderes son débiles. Yo dije que esto iba a pasar y sólo se pondrá cada vez peor. Estoy tratando se salvar vidas y prevenir el próximo ataque terrorista. No nos podemos permitir seguir siendo políticamente correctos».
Trump, el candidato casi indiscutible de la oposición, explicó en su comunicado que la nación «fue atacada por un terrorista islámico radical» confundiendo el adjetivo «islámico» con «islamista», la ideología que sostiene que la política se debe regir por los preceptos religiosos.
El magnate también dijo que éste «fue el peor ataque terrorista en nuestro territorio desde el 11 de septiembre y el segundo de este tipo en seis meses» -en referencia a un tiroteo en California cometido por una pareja que juró lealtad al EI- y brindo su «profunda solidaridad y apoyo» a las víctimas y familiares.
Por Twitter, Trump continuó dando rienda suelda a su retórica incendiaria y volvió a cargar contra los funcionarios del gobierno de Obama y los calificó de «débiles e ineficientes».
Lo que «pasó en Orlando es sólo el principio», sentenció sin escatimar en dramatismo.
A lo largo de la jornada Obama sólo emitió un breve mensaje televisado y lo hizo cuando aún no se sabía sobre los vínculos de Mateen con el EI e, incluso, antes de que la milicia extremista reivindicara la autoría del ataque.
En ese contexto, el presidente de Estados Unidos se limitó a solidarizarse con las víctimas, aseguró que «fue un acto de terror y de odio» e informó que el FBI está investigando el tiroteo como un «posible acto de terrorismo».
En su mensaje televisado, Obama además vinculó el tiroteo con su frustrado intento de regular la venta de armas en Estados Unidos y sostuvo que lo pasó hoy en Orlando «es otra prueba que nos recuerda lo fácil que es para una persona conseguir un arma y atacar en un cine, una escuela o un boliche. Tenemos que decidir qué tipo de país queremos ser».