Un año negro para la aviación asiática
Las autoridades indonesias indicaron que en los trabajos de búsqueda del avión, centrados en el Mar de Java, están usando un sistema sonar con una capacidad para detectar señales entre los 1.000 y 2.000 metros de profundidad.
El vuelo QZ8501, de la compañía malasia Airasia, viajaba con 162 personas a bordo desde la ciudad de Surabaya hasta Singapur cuando desapareció de los radares después de que el piloto solicitó permiso para tomar altura debido a las malas condiciones atmosféricas.
La desaparición de AirAsia no deja cerrar una herida reciente: la desaparición del avión de Malaysia Airlines en un punto impreciso del Océano Indico, en el que viajaban 227 pasajeros y 12 tripulantes y de cuya infructuosa búsqueda participaron siete países.
El vuelo 370 del Boeing 777-200, aparato considerado por los expertos en aviación de ostentar un registro «casi perfecto» de seguridad, despegó el 8 de marzo último del aeropuerto de Kuala Lumpur a las 00.41 hora local (13.41 de Argentina) y tenía previsto aterrizar en Beijing seis horas más tarde.
Sin embargo, el avión se comunicó por última vez con los controladores aéreos a la 01.30, para perder definitivamente el contacto por radar con el Control de Tránsito Aéreo malayo de Subang dos horas después de despegar: se había levantado el telón de un drama hasta hoy irresuelto.
Cuando ya transcurrieron más de nueve meses, la inexplicable desaparición de la aeronave suscitó una marea de opiniones e historias, cuando no de leyendas que hubieran llamado la atención al mismísimo H.G.Wells, junto a Julio Verne uno de los padres de la literatura de ciencia ficción.