Un plan para producir un filme sobre su vida fue lo que hizo caer al «Chapo»

Se había estado contactando con actores y productores para realizar un film biográfico. Según la fiscal del caso, el narco que fue recapturado el viernes, luego de seis meses prófugo, había mantenido reuniones con los involucrados del proyecto, revelando así su paradero. Fue alojado en la misma prisión de la que se fugó.

Una curiosa ambición protagónica fue lo que hizo perder al narco mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán el cuidado de no revelar datos que permitieran dar con su paradero. Su voluntad de producir un film que contara su vida entera, lo llevó a contactarse con productores y actores, con lo que dio una de las pistas que se siguieron para su recaptura, contó la fiscal general de México, Arely Gómez. Ese proyecto fue uno de los elementos que permitió localizar al líder del Cártel de Sinaloa, recapturado este viernes en Los Mochis, Sinaloa, después de medio año en fuga.

Según consignó Tiempo Argentino, un «aspecto importante que permitió precisar su ubicación fue el haber descubierto la intención de Guzmán de filmar una película autobiográfica, para lo que estableció comunicación con actrices y productores, lo cual ya forma parte de otra línea de investigación», dijo la fiscal. Incluso se documentaron encuentros entre los abogados de Guzmán y los involucrados en el proyecto, aseguró la funcionaria.

«El Chapo», 58 años, protagonizó dos escapes espectaculares de cárceles de máxima seguridad: el primero en 2001, en un carrito de lavandería según la versión de las autoridades, y el segundo hace medio año por un túnel de 1500 metros de largo, que tenía una motocicleta montada sobre rieles para ayudarlo a huir. De hecho, se prevé para mediados de enero el estreno de una película que cuenta su fuga de la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, en julio último.

Tras la detención del capo narco, las autoridades deben decidir si «El Chapo» debe enfrentar la pesadilla que trata por todos los medios de evitar: la extradición a Estados Unidos. Las autoridades evitaron pronunciarse sobre la extradición tras la captura de Guzmán en la madrugada del viernes, pero aunque decidan trasladarlo a Estados Unidos, el proceso no sería rápido. Por el momento, lo han enviado de vuelta a El Altiplano, la prisión de máxima seguridad de la que se fugó en julio.

Guzmán, que dirige el poderoso cártel internacional de Sinaloa, fue presentado ante la prensa el viernes por la noche vestido con ropa deportiva azul oscuro. Mientras era conducido a un helicóptero por marinos, estos pararon la marcha a medio camino y giraron su inexpresiva cara hacia los periodistas para que pudieran tener una imagen clara.

Las peticiones para una rápida extradición son las mismas que en febrero de 2014, tras la anterior captura de Guzmán, que enfrenta cargos por tráfico de drogas en varios estados estadounidenses. Entonces, el gobierno de México insistió en que podía lidiar con un hombre que ya se había escapado de una cárcel de máxima seguridad, alegando que primero debía pagar su deuda con la sociedad mexicana.

El pasado 11 de julio Guzmán volvió a fugarse, ante las narices de los guardas y funcionarios de la cárcel más segura del país, empleado un túnel que sirvió como ejemplo de lo enraizada que está la corrupción en la sociedad, además de avergonzar profundamente al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

En el anuncio de la última captura del narcotraficante, los funcionarios fueron más discretos que hace dos años, aunque hicieron hincapié en que las labores de inteligencia e investigación corrieron a cargo de las fuerzas mexicanas en su totalidad. No hicieron mención a una posible extradición.

La operación del viernes fue el resultado de seis meses de investigación y recopilación de inteligencia por parte de las fuerzas mexicanas, que en octubre localizaron a Guzmán en el estado de Durango pero decidieron no atacarlo porque estaba acompañado por dos mujeres y una niña, explicó la procuradora. Después de eso, resolvió ser más discreto y limitó sus comunicaciones hasta que se mudó a Los Mochis en diciembre.

Gracias al seguimiento de su círculo más cercano, agregó, se identificó a un constructor de túneles que estaba acondicionando varias viviendas en Sinaloa y Sonora y así se ubicó una casa en Los Mochis que las fuerzas de seguridad estuvieron vigilando durante un mes y detectaron mucha actividad en la vivienda el miércoles y el jueves.

La atracción que generan los capos
Pensaba que su historia era material para el cine. Después de todo, Joaquín «El Chapo» Guzmán había sido capturado dos veces y se escapó, y eso, junto con su crueldad, lo hizo famoso en la cultura popular. Pero fueron esos sueños hollywoodenses los que ayudaron a que la Marina mexicana lo capturara.

Guzmán todavía podría convertirse en material hollywoodense. A mediados del año pasado, un medio informó que el director Ridley Scott y la productora Fox se unían para hacer la adaptación al cine de la novela The Cartel.

Los capos, tanto ficticios como reales, desde hace mucho atraen la atención como personajes principales en el cine y en la pantalla chica. Narcos, la actual serie de Netfix narra la historia del capo colombiano Pablo Escobar, representado por Wagner Moura. Breaking Bad es una serie de televisión sobre un cocinero de metanfetamina ficticio que se convertiría en el capo Walter White, interpretado por Brian Cranston, que se transmitió del 2008 al 2013. American Gangster, en la que Denzel Washington en el papel de Frank Lucas, quien toma el control tras la muerte de su jefe y se convierte en un capo clave del tráfico de heroína en Harlem.