Una pareja denunció que policías rosarinos la torturaron
La denuncia es gravísima. Una pareja fue torturada y humillada por policías rosarinos tras un incidente de tránsito, según consignó Tiempo Argentino.
Todo comenzó el martes a la madrugada cuando el matrimonio y sus dos hijos volvían de compartir un asado con amigos en el Club Mitre, ubicado en la costa central de la ciudad. Según reveló el diario La Capital, eran las 2 de la mañana cuando iban en un Peugeot 207 rojo. Al llegar a Presidente Quintana y Cepeda, en el barrio La Tablada, el conductor vio a un patrullero con dos policías adentro parado en un kiosco y al pasar al lado, según dijo, lo encerraron «y yo los insulté».
Martín y Carolina, los protagonistas de 30 y 26 años, relataron que el patrullero comenzó a seguirlos y cuando ellos se detuveron en la puerta de su casa, en Olegario Víctor Andrade al 100 bis, empezó la pesadilla.
«Cuando Carolina se baja del auto con el bebé –relató Martín–, la mujer policía se le tiró encima y le dijo ‘negra de mierda’. Entonces, yo me bajo del auto y le digo a esta chica que no la insultara. Cuando estoy discutiendo con la mujer, se me para atrás el otro policía y me dispara a las piernas con la escopeta. No estaba a más de metro y medio», dijo mientras mostraba las heridas de los perdigones de goma que lo hirieron.
La pareja comenzó a gritar y salieron a la calle algunos parientes que viven al lado y otros vecinos. Hubo más insultos y los policías pidieron refuerzos. A Carolina la tomaron de los pelos y la metieron de prepo en el patrullero. A Martín lo esposaron, lo golpearon y también lo subieron a un móvil. Ambos fueron trasladados a la Seccional 16ª, pero el patrullero que llevaba al muchacho antes de llegar se detuvo y, según contó la víctima, le dieron una paliza.
«A mí, esta piba policía, que es flaquita, petisa y medio rubiecita, de unos veintipico de años, me decía que era una negra, que me iba a bajar los dientes. Me ordenó que me desnudara por completo y estuve un rato así hasta que me dieron una remera. Lo único que me permitieron fue darle de mamar a mi hijo, que estaba con mi mamá en la puerta de la comisaría y entraba a cada hora», contó Carolina a La Capital.
«A mí me volvieron a pegar, me escupieron y uno me dijo que me había resistido y le había pegado a un policía, pero yo no le pegué a nadie», dijo el muchacho.
Cerca de las 7 de la mañana, reunieron a la pareja en la habitación, les tomaron declaración y él firmó en disconformidad una denuncia en la que constaba la causa: resistencia a la autoridad y lesiones.
El dato
Según la pareja, fueron ocho los policías que los agredieron. «Queremos justicia», dijeron.