Volver a Malvinas
Nota del sitio Tiempo Argentino.
Una veterana de la guerra de Malvinas, que asistió a los heridos en Puerto Argentino, volverá por primera vez a las islas desde el conflicto de 1982, en un viaje que le despierta «expectativa y emoción» y en el que espera cerrar las heridas que le dejó la experiencia, según anticipó ayer la agencia de noticias Télam.
«Esto es algo que he esperado por 32 años», contó Norma Navarro en Río Gallegos, desde donde hoy partirá hacia Malvinas junto a un contingente de nueve ex combatientes con quienes pasará toda una semana en Puerto Argentino. Norma es una de las seis mujeres distinguidas el año pasado por el Ministerio de Defensa, que participaron de la guerra como instrumentadoras quirúrgicas a bordo del rompehielos Almirante Irízar, asistiendo a los heridos en Puerto Argentino.
«Estoy muy emocionada. Esperaba con muchas ansias poder viajar y finalmente el sueño se ha hecho realidad», dijo la mujer que ayudó a vivir y a morir a cientos de soldados argentinos.
Norma, que vive en la ciudad de Buenos Aires, mantiene trato habitual con otras dos veteranas, con quienes comparte el honor de haber recibido medallas al valor, diplomas y condecoraciones por su participación en la guerra. «Yo quiero mucho a las Malvinas y el hecho de haber vivido algo tan fuerte allí, me liga a ese lugar, como así también a las personas que estuvieron conmigo en ese momento, aunque no las haya vuelto a ver. Siento que hay una conexión. Pienso que ellos también se acordarán de mí en ocasiones, como yo me acuerdo de ellos», reflexionó.
Norma y las demás mujeres eran instrumentadoras quirúrgicas, pero debieron reconvertirse y terminaron desarrollando múltiples tareas sanitarias en un barco que primero recibía pacientes desde el hospital de Puerto Argentino, pero que luego comenzó a recibir soldados que llegaban desde el campo de batalla.
En el viaje que emprende hoy junto a los ex combatientes, va a recorrer por primera vez esos campos de batalla y también homenajear a los muertos argentinos en el cementerio de Darwin.
«Será como reencontrarme con los que quedaron allí», dijo la mujer muy emocionada quien, tras la guerra, se desempeñó durante 20 años en el Hospital Garrahan, como técnica en cirugías a corazón abierto.
Norma contó que después de la guerra, durante mucho tiempo no habló, se alejó de sus seres queridos, se replegó, en experiencias similares a las que vivieron los ex combatientes cuando regresaron al continente.
«Recién hace pocos años empecé a ponerme en contacto con veteranos, a dar charlas contando mi experiencia, intentando recomponer mi historia y armando como un rompecabezas», señaló la mujer, pero admitió que «quedan heridas muy profundas en el alma» y que siempre vuelve a los recuerdos.
Por eso apuesta a que el viaje que emprende mañana la ayude a sanar esas heridas. «Sé que me va a hacer bien. Trabajé durante años para ver si estaba en condiciones de volver», afirmó. Y hacia el final contó el recuerdo que más fijamente conserva en su memoria: el de los soldados heridos y negros por la turba que llegaban a sus manos, y que debía asear y poner en condiciones para entrar al quirófano.
Castro pide diálogo.
La embajadora argentina ante el Reino Unido, Alicia Castro, reiteró el pedido de «diálogo directo» al gobierno británico por la soberanía de las Islas Malvinas y reafirmó esta vía como el camino para solucionar la «controversia».
Castro salió a responderle a Colin Roberts, el nuevo gobernador británico en las Islas Malvinas, quien recientemente dijo en una entrevista que él no era el responsable de desarrollar el diálogo con el gobierno argentino, sino el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague.
«En algo estamos de acuerdo con Roberts y es que la controversia por la soberanía sobre las islas requiere el diálogo directo entre nuestro canciller, Héctor Timerman, y el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague», dijo Castro a Télam.
Agregó que, sin embargo, «existe una contradicción de parte del gobierno británico, ya que cuando Argentina pidió en febrero de 2013 una audiencia para el canciller Timerman con el secretario de Estado, Hague lo evitó aduciendo que tenía que reunirse con los representantes de las islas».
Repudio
UTE y CTERA expresaron su repudio por el evento “pedagógico” organizado por el Gobierno de la Ciudad junto a ex militares carapintadas que reivindican «a represores condenados por crímenes de lesa humanidad»