A dos años de la muerte de Chespirito

Cuando se dio a conocer la noticia de la muerte de Chespirito, se gestó una gran conmoción en las redes sociales. Tenía 85 años y una trayectoria que se inició en 1958. En Latinoamérica, varias generaciones crecieron con sus personajes que lograban cautivar tanto a los niños como a los adultos.

El Chavo del 8 fue el personaje que le dio fama mundial. Un niño pobre viviendo en una vecindad donde vive una interminable serie de aventuras cotidianas con sus amigos. Uno de los capítulos más recordados: cuando ingresan a la casa de La Bruja del 71 grabado en 1981.

Otro clásico de este programa fue el episodio de «los espíritus chocarreros» donde invocan a los muertos de una manera tal que el humor es inigualable.
Lejos de Súperman o Batman, el gran superhéroe latinoamericano es el Chapulín Colorado. Con una torpeza inédita (que no le impedía resolver los misterios) utilizaba muchísimos trucos para defender a los más débiles. En este capítulo, la chicharra paralizadora.
Otro personaje, quizás el más extraño, es el Doctor Chapatín: un médico casacarabia que odia que le digan que es viejo. A continuación, uno de sus mejores capítulos: jugando al póker.
Una gran dupla humorística se generó entre Chespirito y Ramón Valdés. Además de hacer sus graciosos diálogos entre Don Ramón y El Chavo, hay un sketch que los vuelve un dueto magnífico: El Chómpiras y El Peterete.