A River le costó mucho: derrotó por penales a la Lepra

Se impuso 5-3 luego de haber empatado en tiempo regular 1-1.

Sergio Sosa, a los 17 minutos del segundo tiempo, adelantó a la «Lepra» mendocina, pero luego se fue expulsado y simplificó las cosas para los dirigidos por Marcelo Gallardo, que llegaron
a la igualdad a diez minutos del final, gracias al ingresado Carlos Auzqui.

 

Más allá de ausencias importantes en el diluvio de Mendoza, como la de Lucas Alario, River cerró su participación veraniega con demasiadas dudas de cara a un semestre que lo tendrá como protagonista de la Copa Libertadores.

River repitió falencias de otros amistosos de verano, lo que preocupa a Gallardo a solo una semana del reinicio del campeonato oficial, donde tiene que descontar puntos sobre el líder Boca, si quiere pelear el título.

 

El balance del «Muñeco» volvió a ser negativo, muy similar al de encuentros anteriores, donde la falta de un creador de juego, principalmente, sobresalió ante un esforzado Independiente Rivadavia, rival que milita en la B Nacional y que le jugó a River como la mayoría, quitándole espacios y defendiendo cerca cerca de su área.

Ante esa dificultad, la única herramienta que le funcionó en algún momento fue la sociedad que formaron Casco y «Pity» Martínez por la izquierda.

Punzante para atacar, la dupla fue la única que le sacó un par de aplausos a Gallardo en el primer tiempo, pero el déficit de no tener pausa, sobre todo del mediocampista mendocino, para transformar un avance en una jugada de real peligro, fueron las malas.

 

Lejos de ser una solución, la llegada de Ariel Rojas generó otra complicación, no por lo que puede generar el ex Cruz Azul sino porque su ubicación en el centro del campo, al lado de Ponzio, obligó a Nacho Fernández a correrse a la derecha.

 

Y como había ocurrido hace una semana en San Juan, ayer en el Malvinas Argentinas el jugador más claro que tuvo River a finales del 2016 volvió a perder protagonismo.

 

Si lo del primer tiempo fue flojo, lo del complemento fue más que preocupante, porque el equipo mendocino se acomodó mejor al diluvio que azotó el estadio Malvinas Argentinas y desnudó las fragilidades defensivas de River.

 

Así no extrañó que se ponga en ventaja con un gol de Sosa tras una buena jugada por la izquierda, aunque tras el festejo el delantero vio la segunda tarjeta amarilla y le allanó los caminos al visitante.

Con un hombre más y en desventaja, Gallardo mandó a la cancha a los delanteros que tenía en el banco (Larrondo y Auzqui) y consiguió el empate.

 

Pudo ganarlo pero también estuvo muy cerca de perder ante un equipo solidario y simple que, con poco, lo complicó demasiado.

 

La atajada de Augusto Batalla en el segundo penal de la serie, le permitió a Marcelo Larrondo, en su reaparición, decretar la victoria del «Millonario».