Adolfo Bermejo y un paso decisivo: gobernar Mendoza

Las cosas en la vida llegan cuando uno está capacitado para ejercer un determinado rol. Esto nos sucede en todos los ordenes de la vida. En esto también influye, y mucho, la decisión que las personas tomemos cuando nuestra mente se libera, el corazón late de manera tranquila y la cabeza asienta en la almohada.

Según claves psicológicas, es ahí, donde se toman grandes decisiones y más aún, cuando estas incluyen a muchas personas que se contabilizan por miles.  Esto es justamente lo que sucede con los hombres y mujeres que militan desde años en la política nacional. No es fácil para ninguno tomar decisiones personales porque las mismas pueden afectar de manera disímil a otras tantas y así se consigue o genera un efecto negativo.

Y esto justamente le sucedió a Rolando Adolfo Bermejo, actual Senador nacional por la provincia y que desde el resurgimiento de la democracia en el país ha ocupado distintos lugares en el plano ejecutivo como legislativo de su departamento nativo, Maipú y también en los organigramas internos del partido político elegido allá por los años ’70 cuando cursaba el nivel secundario en la escuela técnico industrial Emilio Civit.

Sus raíces familiares lo acercaron desde chico al peronismo puro, con las convicciones innatas que su padre exclamaba en cada almuerzo o cena cuando llegaba de Orandi y Masera o terminaba con el recorrido de soda por los barrios de Gutiérrez y Luzuriaga.

Se fue formando con la idea justicialista y así logró exteriorizar esa mística, esa sana ideología en el centro de estudiantes y posteriormente en las filas de la vieja y querida JP, donde no muchos tenían las posibilidad de destacarse porque eran años de mucha dureza junta y entonces, solamente los elegidos o capacitados en una oratoria natural que sólo puede dar el sentimiento servía de carta de presentación para ir de a poco ganando un lugar de preponderancia.

Con sus jóvenes 53 años, el papá de cinco hijos, el abuelo de Delfina, el hermano mayor de Alejandro, se decidió por dar un salto más en su correcta carrera política y accederá a competir en las PASO por conseguir la gobernación de Mendoza.

Y el hijo más grande de Adolfo y Cari, tras formarse al lado de Hugo Bordín, Francisco García y Juan Carlos Mazzón, de conocer cada rincón de su departamento, cada área  municipal, gobernar y gestionar con obras emblemáticas, marcar su propia impronta en el Congreso de la Nación para defender posturas que atentan contra el normal desarrollo de la familia argentina, llevando adelante gestiones que beneficien a diversos sectores de la provincia, hoy, está a horas nada más, de presentar su propio equipo de trabajo que colaborará en caso de tener la amplia aceptación de la población electoral de Mendoza.

Y es acá donde se plantea una diferencia importante en cuanto al resto de los candidatos: Bermejo el viernes va a presentar a su equipo de profesionales y esto va mucho más allá del simple acto protocolar.

Esa era una de las variables que le comentó una mañana en su casa a Sandra, su esposa, y que está muy próximo a concretar. En su entorno siempre se habló de peronismo, se respiró peronismo y se vivió al compás de los puntos más importantes de la estructura básica dejada por el General Juan Domingo Perón; el respeto por la patria, la defensa de los trabajadores, el lugar digno que debe tener toda mujer y administrar los recursos del Estado con equidad.

El viernes en el hotel Aconcagua desde las 19, Adolfo Bermejo inicia el camino para hacer conocer sus propias propuestas y la de los justicialistas que comulgan con su pensamiento con la sana finalidad de lograr la aceptación mayoritaria que lo lleve a trabajar por cuatro años desde el cuarto piso del edificio del barrio cívico.

Redacción/ Juan Carlos Martínez