Alberto pidió «producir más» y «garantizar que los precios internacionales no se vuelvan contra los argentinos»

A días de una serie de reuniones en que recibirá a la Mesa de Enlace mientras analiza si sube las retenciones, a representantes gremiales y a empresarios, el Presidente puso especial énfasis en la necesidad de que no se dispare el precio de los productos y así «cuidar el bolsillo de la gente». El mandatario, además, subrayó que no quiere «ejercer a espada del poder».

En la antesala de una serie de reuniones que tendrán como objetivo último poner un freno a los desmedidos aumentos en los precios de los alimentos y en medio de una recorrida por Tucumán, el presidente Alberto Fernández llamó a «unir esfuerzos los que producen, los que trabajan y el Estado» para «cuidar al consumidor argentino».

«Hay que terminar con este dilema: hay que producir más y hay que cuidar el bolsillo de la gente», sostuvo de manera enfática el jefe de Estado en una reunión con industriales y representantes de sindicatos del NEA y del NOA.

Fernández indicó que que es necesario «garantizar que los precios internacionales no se vuelvan en desmedro de los argentinos», y desde el mismo marco conceptual añadió: «Que la Argentina crezca, que los precios internacionales mejoren, que la Argentina exporte más; que todo esto, que es glorioso y venturoso, no se nos vuelva en contra”.

Durante la misma conferencia resaltó que «el sector textil es muy importante en la Argentina, porque no solo ha desarrollado un nivel tecnológico y calidad muy alto, sino que además genera mucha mano de obra”.


Por eso, llamó a “resolver un problema que históricamente repetimos: crece la producción, crece la demanda y aumentan los precios”.  En ese sentido, pidió que, «de una vez por todas» se integre «el norte del país, una región históricamente, abandonada, a la Argentina”.

«Les marcaba (a los industriales textiles) que me encanta verlos crecer, pero me preocupa que los precios de los productos crezcan como crecen», afirmó para luego describir un ciclo que describe la economía nacional repetidamente: «Crece la producción, crece la demanda, aumentan los precios».

En ese sentido, dijo que «el problema es mucho mas grave aun» cuando se trata de los alimentos. «No podemos seguir con las mismas lógicas de siempre. Me criticaron porque lleno mis discursos de demandas morales: la política es moral y ética, y apelo a la moral y a la ética de los argentinos para que entiendan que no podemos caer en el mismo problema que siempre nos ha complicado», añadió.

Alberto subrayó que no quiere «ejercer a espada del poder» y, finalmente, apuntó que «la Argentina que mejor funciona no es la que ajusta, sino que es la que contiene a todos y les da un lugar para crecer».

Estas palabras del Presidente ocurren en la víspera de tres reuniones que el mandatario tendrá en los próximos días para frenar la suba de los alimentos a través del diálogo: mañana mantendrá un encuentro con la Mesa de Enlace -con quienes la disputa se vincula a las advertencias acerca de una suba en las retenciones y también con referentes sindicales, y el jueves habrá un cara a cara con empresarios. En el último caso, el mandatario será representado por el equipo económico bajo la conducción del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

El mandatario asistió al encuentro con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el canciller, Felipe Solá; y los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; de Trabajo, Claudio Moroni; y del Interior, Eduardo de Pedro. También estuvo el gobernador de la provincia tucumana, Juan Manzur.

Por otro lado, formaron parte de la actividad los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello, y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi; la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz; el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli. En la gran reunión que se llevó adelante también, el vicepresidente de la UIA, Miguel Ángel Rodríguez y representantes de diferentes provincias junto a Héctor Daer de la CGT y Antonio Caló de la UOM.