Chispazos dentro del PRO sacuden armado en provincias

ROCES POR DEFINICIONES EN CAMBIEMOS AMENAZAN INTEGRACIÓN DE LA FUERZA EN MENDOZA Y EN SANTA FE
Diáspora dentro del PRO amenaza con dinamitar los acuerdos en algunas provincias de cara a las legislativas nacionales del año próximo.

Mariano Casal

MARIANO CASAL

El armado de Cambiemos para las elecciones legislativas nacionales del año próximo tuvo, en las últimas semanas, insólitos chispazos que se dieron en algunas provincias y que, a diferencia de la ecuación en Casa Rosada -donde se reciben reclamos de los socios UCR y Coalición Cívica-, provinieron del PRO.

Las esquirlas en la fuerza que comanda Mauricio Macri en distritos importantes, como Mendoza y Santa Fe, presentan para el Presidente una dura realidad: continuar con la visión de que la mayoría de las cosas se resuelven en su cauce natural, o intervenir personalmente para acomodar el ajedrez político partidario.

Por caso, en Mendoza, el fogonazo cruzó al titular del PRO provincial e intendente de Luján, Omar De Marchi (originario del Partido Demócrata), y a la diputada nacional Susana Balbo, quienes tuvieron que dar explicaciones por una denuncia contra los miembros de la Junta Electoral partidaria, a quienes se los responsabiliza por irregularidades en la conformación de la Asamblea.

«Yo no sé si el responsable fue Omar -en referencia a De Marchi- o la gente de la Junta Electoral. El responsable saldrá a la luz ahora», advirtió Balbo, quien había llegado a un acuerdo con el intendente en marzo último para el comando del PRO mendocino. La denuncia y posterior investigación podría llegar a dinamitar ese consenso.

Por su parte, De Marchi disparó ante medios locales que no tiene «tiempo para andar paveando», y dejó en claro que el partido tiene que concentrarse en los temas «que le interesan a la gente y no en cuestiones entre los dirigentes».

El embrollo del PRO local se convirtió en una ganancia absoluta para el gobernador radical Alfredo Cornejo, quien además de acomodar las delicadas finanzas de la provincia, cultivar una relación sana con los intendentes justicialistas -principal fuerza opositora, con quien negocia por estas horas las leyes impositivas, el Presupuesto 2017 y el pliego de un nuevo integrante para la Corte local- y enfrentar a los gremios estatales, convirtió su opinión en voz definitoria para las listas del año próximo.

Santa Fe es otro laboratorio. Incluso, más difícil que el caso anterior. En este distrito, ni siquiera un miembro fundacional de Cambiemos gobierna la provincia, ya que el Frente Progresista (socialismo y radicalismo) gobierna desde 2007.

El PRO aquí tiene dos problemas. El más importante, sin lugar a dudas, es la estrategia de conflicto que impulsa Cambiemos en el seno del Frente Progresista, ya que los radicales se encuentran en un constante tironeo acerca de cuándo romper con el socialismo para abrazar a Macri. Pero incluso a esa definición se le suma la disputa por el control del partido en Rosario, con dos frentes diferenciados.

Por caso, uno de los coordinadores de la Fundación Pensar, Agapito Blanco -analiza ser candidato a concejal, por una de las líneas internas en Rosario- manifestó: «El PRO no hace diferenciaciones sobre sus aliados, sean peronistas o radicales. Incluso, ¿por qué no podemos pensar en Santa Fe que el socialismo sea integrante de Cambiemos? ¿Por qué no? Podría ser un espacio en Cambiemos. Si el gobernador, Miguel Lifschitz, tiene los mismos objetivos de bienestar para la provincia que el Presidente, ¿por qué no pensar en que el socialismo pudiera estar en Cambiemos?».

La última noticia que se recibió en Casa Rosada sobre estas disidencias fue el encuentro de dirigentes y militantes de la línea interna La Alberdi, días atrás, en Comodoro Rivadavia, donde pidieron al Presidente que «se nombren interlocutores válidos en la Patagonia y que, fundamentalmente, conozcan las problemáticas sociales y políticas».

«Por desconocimiento de la zona patagónica, desde Buenos Aires es más fácil alinearse con el gobierno regional de turno (Juntos Somos Río Negro o Chubut Somos Todos), es decir terminamos con la gente prestada, la cancha y la pelota también, pero cuando les deja de convenir nos quedamos sin estructura», señaló un dirigente de La Alberdi. El 25 de noviembre próximo se reunirán en Córdoba.