Declaran 20 testigos

El juicio por el crimen de Ángeles Rawson continuará este miércoles con la declaración de 20 testigos, entre ellos, una mujer que le dijo a su patrona que el imputado Jorge Mangeri le decía obscenidades cada vez que pasaba por el frente de Ravignani 2360 y los empleadores de otra mujer que dejó de trabajar en ese edificio por los supuestos constantes acosos del ahora acusado.

La séptima jornada del debate se iniciará a las 9 ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de la Capital Federal, en el sexto piso del palacio de los tribunales de Talcahuano 550.
La extensa lista de testigos comienza con Fernando Ariel Camargo, el portero suplente que se quedó con el trabajo de Mangeri en Ravignani 2360 desde el día en que fue encontrado el cadáver de Ángeles.

Camargo, quien aún trabaja en el edificio pero a diferencia de Mangeri no vive en la portería del 8º piso que quedó deshabitada, en su momento contó que aquella semana sólo se cruzó con el acusado el miércoles 12 de junio de 2013 por la mañana.

Ese día, Mangeri venía de la clínica de la obra social y le dio a él el certificado médico que decía «48 horas de reposo» para que se lo alcance a la administradora del edificio.

El portero suplente también fue testigo de los allanamientos realizados en el sótano y en la casa de Mangeri el viernes 14 de junio de 2013, horas antes de quedar detenido.

Luego, declarará ante los jueces otra tanda de vecinos del edificio de Ravignani 2360 y entre ellos está el matrimonio de Ángel Alberto Montanari y Elsa Nieves González de Montanari, del 2º «B», quienes tuvieron una empleada que se fue cansada de los presuntos acosos de Mangeri.

Esta pareja de jubilados explicó que la empleada, que además de trabajar en su casa en un momento reemplazó a Mangeri como encargada del edificio porque el portero se había operado de una rodilla, dejó de ir porque el encargado la invitaba a tener sexo con ella en el sótano.