Detuvieron a sacerdotes por pedofilia en Granada

a Policía española detuvo hoy a tres sacerdotes y a un laico en relación con un supuesto caso de abusos sexuales a un menor ocurrido en Granada, en Madrid, que contó con la intervención del propio papa Francisco .

El laico es un profesor de Religión muy próximo a los tres curas detenidos, miembros del clan de los Romanones, según fuentes de la investigación. Las detenciones fueron ordenadas por el juez Antonio Moreno Marín, titular del juzgado de Instrucción número 4 de Granada, que investiga la denuncia.

Los religiosos arrestados son el padre Román V., supuesto cabecilla del clan y a quien el denunciante se ha referido como «el director»; Francisco J. M. (que en los últimos años había sustituido a Román al frente del grupo ); y Manuel M., según el diario El País.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, confirmó esta mañana las detenciones, aunque no dio detalles sobre la investigación. «Hace tiempo ya que están abiertas unas diligencias declaradas secretas. Esta mañana se ha procedido por parte de la Policial a la detención y puesta a disposición judicial de cuatro personas», dijo.

LA DENUNCIA Y EL LLAMADO DEL PAPA

La acción policial tiene su origen en la denuncia que un joven de 24 años interpuso en octubre pasado en un juzgado de Granada por supuestos abusos sexuales que ocurrieron cuando era adolescente y que se prolongaron varios años.

El joven, identificado como Daniel, escribió al pontífice para contarle el caso y en agosto recibió una llamada de Jorge Bergoglio para preguntarle por su situación y pedirle perdón en nombre de la Iglesia.

En la denuncia presentada en octubre el joven incluyó el nombre de nueve sacerdotes y de dos seglares, de los que tres curas son presentados como supuestos autores materiales de los abusos y el resto como encubridores o conocedores de los hechos.

Según su propio relato, Daniel sufrió los abusos cuando era monaguillo de la parroquia granadina de Juan María de Vianneimeno.

El juez encargado del caso ha tomado ya declaración a una docena de personas.

Los hechos habrían sucedido en residencias de fin de semana de la provincia de Granada en las que se juntaban varios religiosos y laicos católicos y algunos menores de edad, como Daniel, que ayudaba voluntariamente en labores relacionadas con la Iglesia.

Aparte de al pontífice, la joven víctima también escribió al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, quien también ha estado en contacto con el Vaticano por esta denuncia y quien había retirado del ejercicio a varios sacerdotes implicados.

Durante una misa que ofició ayer, el arzobispo Martínez protagonizó el gesto de postrarse ante el altar mayor de la Catedral granadina para pedir perdón por los «escándalos» que han afectado a la Iglesia y aseguró durante su homilía que «el mal hay que erradicarlo» de forma decidida si afecta a inocentes.

Agencia EFE.