El caso de la curación de Camila que «no tuvo explicación científica»

El caso de la niña gravemente herida que recuperó su salud y hoy fue considerado «sin explicación científica» y atribuido a un milagro del cura Brochero en el proceso de su canonización, ocurrió en octubre de 2013 cuando Camila Brusotti, que entonces tenía 9 años, ingresó a un sanatorio de San Juan con múltiples lesiones, que después se comprobó habían sido producto de una golpiza.

En aquel momento la madre de la niña le dijo a las médicas del Centro Integral de la Mujer y el Niño (CIMYN) de San Juan que atendieron a Camila que sus heridas fueron provocadas por la caída de un caballo, pero las profesionales desde el principio advirtieron que esto no era así y rápidamente hicieron la denuncia por violencia familiar.

La brutal golpiza que recibió la nena le valió estar en grave estado y al borde de la muerte por dos meses, hasta que por un hecho que no pudo ser explicado científicamente, inició “una recuperación meteórica a principios de enero de 2014”, y apenas tres meses después del ataque, comenzó a caminar sola, hablar con fluidez e interactuar con su familia.

Valeria Pardini, una de las médicas que la atendió, dijo hoy a Télam que “nunca esperamos, desde lo científico, que Camila se recuperara como lo hizo” y aseguró que “hoy ella está muy bien, es una nena normal y en eso algo hubo mas allá de la ciencia, que produjo este milagro”.

Pardini indicó que “fue algo que nos tocó mucho, porque fue bastante shockeante, ya que más allá del actuar médico, todos en el sanatorio pensamos que hubo algo más, ya que era impensable que pudiera recuperarse como lo hizo”.

Reconoció que “como la familia de Camila es muy creyente, especialmente la abuela que es una persona divina, rezaron mucho e hicieron que interviniera el cura Brochero”.

La médica recuerda que “el momento bisagra del caso, cuando Camila hizo el click, fue cuando su bisabuela entró a la terapia y aunque ella todavía estaba con el respirador, fue la primera vez que Camila se conectó, habló, le contestó. Incluso, la señora le cantó una canción y Camila la siguió, Camila empezó a mover las manos, abrió los ojos y fue un giro de 360 grados”.

En la actualidad, y pese a los pronósticos iniciales, Camila asiste a la escuela y lleva una vida con total normalidad.

No le quedaron secuelas físicas de la brutal golpiza.

Mientras el milagro ocurría, la investigación judicial y policial demostró que la nena vivía en un ambiente de tremenda violencia familiar, que sufría constantemente golpizas de parte de su madre, Alejandra Ríos, y de su padrastro, Pedro Oris, que también golpeaba a su mujer.

Las audiencias del juicio posteriormente demostraron que el último ataque que recibió Camila vino de su propia madre, que fue señalada como la autora material del hecho, por lo que hoy está presa, al igual que su pareja en calidad de cómplice y coautor del ataque.

Esta mañana, el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, no dudó en calificar como “un milagro de Dios a través de la intercesión del cura Brochero” a la recuperación de la pequeña.

“Es un hecho inexplicable, algo que no se da según las normas de la salud. Fue una curación extraordinaria, sin explicación”, dijo el obispo que recordó que los dos milagros que se le adjudica al sacerdote de Traslasierra, Córdoba, “se trató de niños que estuvieron al borde de la muerte, donde se notó la mano de Dios”, y rescató el hecho de que “en estas cosas hay que reconocer que la oración de tanta gente dio sus frutos”.