El objetivo no cambió: ganar el quinto partido

Perder con los All Blacks no fue tan doloroso, no por abonar a la idea de las «derrotas dignas», sino porque dejó una buena señal de cara a la verdadera meta de Los Pumas: llegar a cuartos de final y pasar esa prueba.

Todavía queda el sabor amargo por una nueva oportunidad desperdiciada de conseguir un triunfo histórico. El seleccionado argentino mantuvo su ingoal invicto ante Nueva Zelanda durante 56 minutos, estuvo arriba en el marcador hasta la última media hora del duelo de Wembley, pero terminó sucumbiendo físicamente. Pero perder con los All Blacks no fue tan doloroso, no por abonar a la idea de las «derrotas dignas», sino porque dejó una buena señal de cara a la verdadera meta de Los Pumas: llegar a cuartos de final y pasar esa prueba.
Juan Hernández en acción ante los All Blacks. (Telam)
Juan Hernández en acción ante los All Blacks. (Telam)
Puede sonar engañoso: el quinto partido es el de cuartos de final. Al quinto partido hay que llegar. Y para llegar a esa instancia, hay que ganar los próximos tres encuentros de la zona. Pero se descuenta que Argentina superará los compromisos ante Georgia, Tonga y Namibia. Sobre todo, por el nivel mostrado en el debut.

Y una vez que se superen esos obstáculos –duros por la exigencia física, duros por la necesidad de plasmar sin titubeos, en la cancha y el marcador, la superioridad de los albicelestes- llegará el partido en el que todos los argentinos están pensando, para el cual Los Pumas están trabajando desde que iniciaron su preparación para la Copa del Mundo.

Argentina cumplió su mejor actuación histórica en mundiales en 2007, cuando arribó a semifinales. La meta, desde entonces, no puede ser otra que igualar, al menos, aquella campaña extraordinaria en Francia.

Cuatro años atrás era una utopía: la clasificación que de entrada era difícil, y llegó gracias al agónico try de Lucas González Amorosino para vencer 13-12 a Escocia y encaminar el pase a la segunda fase en una zona que ganaría Inglaterra. Pero después, esperaban los All Blacks.

En cambio, en esta ocasión Nueva Zelanda estaba en el Grupo. Y en el horizonte de cuartos de semifinal aparecen como probables rivales Irlanda o Francia, dos elencos complicados, duros, de primer nivel. Pero para nada imposibles para Los Pumas.

¿Cuál de los dos conviene como rival? Es difícil establecerlo.
Irlanda no dejó dudas ante Canadá: le hizo 50 puntos. (AP)
Irlanda no dejó dudas ante Canadá: le hizo 50 puntos. (AP)
Hoy por hoy Irlanda es el segundo equipo del ranking IRB y atraviesa un presente impresionante. Debutó con suficiencia y dejó en claro, en el 50-7 sobre Canadá, que no se ahorrará nada. De Irlanda Los Pumas guardan los mejores recuerdos mundialistas, pero también una decepción: el recuerdo del try de Albanese y la defensa heroica de 1999, y el soberbio 30-15 para sellar su pase a cuartos en 2007, en la columna de las alegrías. Pero, en el medio, la eliminación en 2003, por la derrota 16-15 también en la última fecha del Grupo. La tendencia indicaría que le toca a los irlandeses.

Pero Francia es Francia. Y Francia, en los Mundiales, se agranda. Lo de 2007 aparece como un oasis. Los galos tienen dos finales en su haber, y dos veces eliminaron a los All Blacks en instancias decisivas. Siempre parece que llegan con problemas. Siempre figuran entre los candidatos. Y en su debut en esta Copa, le ganaron bien a Italia 32-10.
Francia arrancó a paso firme frente a Italia: 32-10. (AP)
Francia arrancó a paso firme frente a Italia: 32-10. (AP)
Entonces, sin conveniencias aparentes, no tiene sentido especular. Haberle ganado a los All Blacks podría haber permitido a la Argentina adjudicarse al cabo la zona y cruzarse con el segundo del Grupo D. Pero ¿quién será primero y quién escolta en la zona de Francia e Irlanda? Lo definirán cuando se enfrenten en el Millennium de Cardiff el 11 de octubre, en la última fecha.

Y los argentinos estaremos pendientes a ese resultado, porque determinará, seguramente, el rival del partido más importante. El partido que hay que ganar.