El Superclásico se suspendió por una agresión a los jugadores de River

Ocurrió cuando los jugadores millonarios salían a jugar el segundo tiempo de la revancha por los octavos de final. La decisión se tomó tras más de una hora de deliberaciones. Algunos futbolistas presentaron quemaduras de primer grado.

«Va a ser difícil que sigan los jugadores en estas condiciones». Las palabras del médico de control antidóping abren las puertas a la suspensión.

El segundo tiempo del Superclásico aun no comienza. Lleva media hora de retraso porque cuando los jugadores de River salían al campo de juego, hinchas de Boca tiraron gas pimienta desde la tribuna hacia dentro de la manga, provocando irritación y quemaduras en los futbolistas visitantes.

«Por diez minutos no pude ver nada. Había un montón de policías ahí, son unos irresponsables», narró el mediocampista Matías Kranevitter a la televisión.

Leonardo Ponzio, otro de los más afectados, debió cambiarse la camiseta que estaba empapada de líquido agresor, y se retiró al baño para enjuagarse. Pero debió volver a buscar botellas porque habían cortado el agua.

Antes, hubo algo de fútbol y mucho nerviosismo.

Prometía mucho más de lo que se vio en la primera parte en el tercer capítulo del Superclásico. Esta vez, de nuevo en la Bombonera, se notó la ansiedad y el nerviosismo en los jugadores de los dos lados. Boca salió con hambre y lo fue a buscar al Millonario. Sin embargo chocó una y otra vez contra la última línea de River.

Así comenzó a ponerse nervioso y eso se tradujo en dos amarillas en jugadores clave para el Xeneize. Antes del minuto Daniel Osvaldo se llevó la primera, mientras que Fernando Gago la segundo.

La más clara del encuentro la tuvo el ex Juventus pero Marcelo Barovero contuvo firme abajo, luego de una buena jugada asociado con Cristian Pavón.

Por el lado del elenco de Marcelo Gallardo, Carlos Sánchez y Gonzalo Martínez fueron los más parejos en la mitad de cancha e incomodaron mucho al mediocampo xeneize que le costó cortar el juego y recuperar el balón. La presión y el ahogo

De esta forma los minutos pasaron y Boca intentó con muchos pelotazos para los tres delanteros. Agustín Orión no tuvo mucho trabajo de peligro aunque la pelota estuvo muchas veces cerca de su área.
El equipo de Núñez corre con la ventaja de haberse impuesto por la mínima diferencia en el cruce de ida jugado el jueves pasado en el Monumental, con el tanto anotado por el uruguayo Carlos Sánchez, de tiro penal.