Escrache a docente estafadora

Cada día que pasa el caso de la maestra de música estafadora genera nuevos capítulos, más damnificados y otras aristas. Con el correr de las horas, también, muchas víctimas del engaño pierden la vergüenza y salen a compartir su rabia, como sucedió ayer por la tarde, cuando un grupo de personas se reunió frente a la casa de la mujer para expresar su repudio.
La concentración se hizo a las 18 en la casa de las calles Varela y Unanue. Mujeres, algunas con sus maridos e hijos, y vecinos se concentraron para mostrar su enojo. Los tibios aplausos del principio subieron de tono con algunas bocinas, los gritos de «estafadora» y unas pintadas en aerosol sobre el portón del garage de la casa y sobre la vereda.
Las ventanas y puertas estaban completamente cerradas, y en el pequeño espacio entre el ingreso a la vivienda y las rejas de la vereda había quedado solo un perro, nervioso ante el abandono de sus dueños y por ese alboroto fuera de lo común.
Durante la protesta no hubo ningún tipo de movimiento en el interior de la casa. De hecho, varios vecinos aseguraron que la familia se mudó en plena madrugada, por lo tanto hasta anoche no se sabía el paradero de la mujer, su marido (que trabaja como taxista) y los tres hijos del matrimonio (una adolescente que cursa en el colegio Domingo Savio, otra que estudia en la UNLPam y un joven que trabajaba en un supermercado de una cadena internacional).

Demanda.
«La angustia que tenemos es increíble, yo como todas confié en esta mujer y ahora debemos afrontar una situación económica terrible. Parece que en la madrugada cargaron cosas en la camioneta y se fueron», dijo una de las mujeres que se acercó a gritar su bronca y que por la mañana hizo su declaración en la fiscalía donde se presentó una demanda legal por estafa.
Por ahora se están tomando los distintos testimonios pero la causa aún no tiene fiscal, por lo tanto todo avanza lentamente. La demanda se presentó ante el Ministerio Público por una docente que fue estafada en unos 300 mil pesos y a quien la profesora de música le habría falsificado la firma para utilizar la tarjeta de crédito.
Anoche, algunas perjudicadas también hicieron un escrache en la casa de la nuera de la docente, que sería cómplice del engaño. En el frente de una vivienda ubicada en la calle Moreno, entre Mansilla e Hilario Lagos, se hizo una aplaudida y se repitieron los cánticos.
En tanto, ayer aparecieron otras dos mujeres con casos casi calcados. Cada una de ellas le prestó alrededor de 100 mil pesos que fueron sacados a través de entre tres y cuatro créditos en entidades financieras.

Millones.
«Yo caí por buena persona, le creí lo que me decía y le presté la plata. Una se siente muy mal porque fue engañada de esa manera, pero más allá de eso ahora no sé cómo seguir porque los créditos no los puedo pagar, tengo hijos estudiando en La Plata y la verdad que quedé en pampa y la vía», aseguró una docente de la escuela 254 que se acercó a este diario.
Según las denuncias, en los últimos meses la mujer estafó a decenas de compañeras de trabajo y amigas en miles de pesos, cifra que en conjunto sumaría millones. En todos los casos las convenció de sacar créditos personales para que le dieran el dinero en efectivo con la promesa de devolvérselos en el corto plazo.
En tanto, vecinos y conocidos resaltaron el nivel de vida que llevan algunos de los integrantes de la familia. El hombre maneja un taxi que para en la Terminal de Omnibus mientras que en la cuenta de Facebook del hijo se puede ver al joven con una costosa moto, un auto para correr picadas y una camioneta 4×4.
El problema jurídico que encuentran las denunciantes es que no hay comprobantes para demostrar la estafa, ya que entre la timadora y las víctimas todo se hacía de palabra.