Fogata tradicional

Tardó casi media hora en apagarse y durante todo ese tiempo la gente no dejó de admirar las llamas que brotaban de la fogata en honor a San Juan Bautista. Así, después de que el año pasado no se hiciera, el público vivió este regreso como si fuera la primera vez. Hubo mucha alegría y no faltaron las lágrimas en algunas personas que siempre estuvieron presentes en las ediciones anteriores. El festejo fue ayer, después de la misa en la Catedral. También hubo una procesión.

’Desde que mis hijos son pequeños los traíamos todos los años. Y el año pasado fue muy triste no poder disfrutar de la fogata. Por eso ahora estamos muy felices y los chicos se sorprendieron de la misma manera que la primera vez’, dijo Marcelina Cárdena. Al igual que esta familia hubo muchas otras que recordaron la primera vez que fueron y le volvieron a explicar a sus hijos la razón por la que festejaban de esa manera. ’El fuego es para purificar y para que lo malo se vaya con las llamas’, dijo Mauro Rodríguez, otra de las personas que estaban en el público. Junto a él su señora no pudo evitar las lágrimas al pensar cada cosa mala que quería que el fuego se llevara.

La fogata se encendió pasada las 22 ante unas 500 personas. Y al igual que en otras ediciones las familias no quisieron olvidar el ritual y arrojaron a las llamas paquetitos con sal y mensajes escritos en papeles.