Grandote y circense

Victorino Luján, un gigante argentino de 2,08 metros de altura que fue jugador de básquetbol, empleado de hipódromos y custodio en salones de fiestas, brilla como payaso en Corteo, el espectáculo del Cirque du Soleil que se estrenó en Buenos Aires.

Luján se ganaba la vida como podía en las décadas de los años 1990 y 2000, pero un sorpresivo casting lo hizo aterrizar por primera vez en 2005 en una Canadá con 30 grados bajo cero y nieve, donde lo contrataron como clown en la compañía dirigida por Guy Laliberté.

«Yo me imaginaba en un escenario, estudiaba canto y actuación, pero nunca soñé que sería en el Cirque du Soleil», declaró el domingo a la radio Metro951.

El artista que acompaña a Mauro Mozzani, protagonista italiano de Corteo (cortejo, en italiano), nació con cinco kilos de peso y una familia paterna con gente de elevada estatura, entre los 1,85 y 2,10 metros.