La supuesta relación entre Gianinna y El Polaco

La menor de las Maradona estuvo en un boliche con el popular cantante tropical. La noticia creció exponencialmente al sumar dos datos: ella antes salía con el Kun Agüero, con quien actualmente sale la ex de él. Por supuesto, los programas (de chimentos) de la tarde le dedicaron varios bloques al asunto, con testimonios y detalles de testigos del encuentro.

Por separado, cada uno ya es carne de noticias, aun cuando sus pretendientes no sean populares. Pero si los dos involucrados acumulan fama, el caldo potencia su sabor. Y si además hay una ligazón entre ex parejas… ¡bomba, historia ideal.

Esta semana, según consignó Tiempo Argentino, dispersó interés por todos lados la supuesta relación entre Gianinna Maradona y El Polaco, ex de Karina La Princesita, que es la pareja actual de El Kun Agüero, ex de Gianinna y padre de su hijo Benjamín.

Una foto de ambos sonrientes provocó el estallido de la posibilidad del hecho, la viralización del rumor y luego la desmentida, los intentos de hacer declaraciones para negar pero a la vez dejar la puerta abierta. La aparición de testigos y la sospecha de la existencia de una foto con el beso que declare la verdad. Todo expuesto. Vidriera que ante todo implosiona la intimidad de sus protagonistas.

En Intrusos apareció Belén Rodríguez, encargada del boliche de Palermo en el que se los vio el fin de semana pasado.

Sobre la foto, habló él, Ezequiel Cwirkaluk, (verdadero nombre de El Polaco): «Es una amiga. La conocí en un evento que hizo la madre. Pegamos onda. Hablamos de Rodrigo (El Potro), pero nada más… Ni el teléfono me pasó. Le pedí a mi representante que la invite al Gran Rex, pero nada, es amiga, olvidate. Pobre: le están haciendo quilombo al pedo», expresó inicialmente.

«No estoy saliendo con El Polaco. Está circulando todo eso por la foto que nos sacamos en una fiesta de 15. Es de mala leche decir eso, es meter cizaña», afirmó contundente ella. «Estoy separada. Ya no estamos de novios con Lucho, pero no por eso estoy saliendo con El Polaco», reconfirmó su separación de Lucho Strassera, su novio durante los últimos dos años.

Lejos de calmarse, las versiones sumaron testigos. En Intrusos apareció Belén Rodríguez, encargada del boliche de Palermo en el que se los vio el fin de semana pasado, quien reprodujo la previa al encuentro: «El Polaco me dijo justo sobre la hora si podía venir una amiga.Le dije que sí. Me dijo si podía ser en un lugar más privado. Le mostré el VIP de arriba y me pidió si podía subir dos sillones. Le subimos eso y dos mesitas» y siguió testimoniando sonriente en detalle: «Golpean la puerta del boliche, que estaba cerrado. Abro y me dicen: ‘Vengo de parte del Polaco’. La miré y me quedé helada. Era Gianinna.» Jorge Rial fue directo: «¿Vos viste en algún momento un encuentro cercano?». «Sí, hay beso”, contestó ella.

En Combate, por Canal 9, el cantante tropical reacomodó sus declaraciones: «Hoy tengo amigas, muy buenas amigas, que estoy conociendo. Soy un ser humano, conozco gente. Sea quien sea, no me interesa que la gente hable.»

¿Casualidad? Todo esta historia de supuestos amores cruzados surgió a pocos días de que el Kun festejara sus 27 años rodeado de su familia. En la foto en que el futbolista sopla las velitas junto a su hijo Benjamín, está presente La Princesita.

«Todo el mundo busca su media naranja, yo busco el tornillo que me falta», publicó en Twitter la menor de las Maradona. Día tras día, lo que escribe se interpreta y se buscan conjeturas que lo vinculen a la parte que todos difundieron. Y entonces, se publican nuevas fotos: Claudia Villafañe también retratada con El Polaco, y ella con Ana María, la madre de él. ¿Hay algo más de lo que se ve? Nadie, salvo ellos dos conocen el contexto de esos momentos registrados en una foto. Nadie, más que ellos dos, conocen qué impulsó el VIP en un boliche. Qué sucedió allí, cómo siguió. Si el deseo fuera que la intimidad no explote en las multi-pantallas, el proceder es sencillo: la vida privada, en lugares privados. Las invitaciones a solas en vips de lugares de cocción de rumores solo generan explosión de rumores. Demasiada fama vivida desde la cuna como para argumentar inocencia de cómo se inicia un cuento público.