«Lo argentinos nos ven por abajo del hombro»

Nacido en 1960, Jorge Contreras creció escuchando el nombre de Pedro Araya, pero finalmente nunca jugó en la U; ni siquiera se atrevió a someterse a las pruebas masivas en la escuadra estudiantil, luego de algunas experiencias frustradas en la UC. Al final, fue Palestino el club que acogió su talento, gracias al cual terminaría brillando seis temporadas en Las Palmas. Al igual que el recordado alero azul, quien finalmente concluyó su carrera en México, el Koke es uno de los pocos jugadores que Lo Barnechea ha entregado al fútbol y a la Selección.

De recuerdos instantáneos, no olvida detalles y, por lo mismo, es un testigo fidedigno, en rol protagónico, de lo que sucedió en la Roja entre 1983 y 1997, cuando vivió su última convocatoria.

“Eran otros tiempos”, explica. “Sin los medios que hay ahora, con menos partidos internacionales oficiales y también menos amistosos… Incluso viajar era todo un problema, porque la federación carecía del nivel de recursos que tiene ahora; todo costaba más, los premios, los sueldos, los pasajes, los seguros y los permisos de los clubes. Venir era una aventura… ahora hay plata para hacer todo y los equipos tienen la obligación de liberar a los jugadores”, sostiene.

Contreras completó 25 duelos oficiales y dos goles por Chile, ambos anotados precisamente en la Copa América, certamen en el que sumó un subcampeonato y un tercer lugar, quizás de los mejores registros entre jugadores nacionales. De la final de la edición de 1987, perdida por 1-0 ante Uruguay, en Buenos Aires, explica que “uno llegó a ese partido con una gran ilusión, haberle ganado a Brasil con claridad y luego remontar ante Colombia, habiendo estado en desventaja en pleno alargue. Después, sin embargo, nuestro espíritu se distorsionó en el vestuario, con una arenga equivocada, de entrar a demostrarles a los uruguayos que éramos más guapos que ellos; entramos a pegar, a pelear y no a hacer nuestro juego. Aquel partido comenzó mal desde el camarín y luego nos quedó la pena de haber ilusionado a todo un país… A pesar de eso, hubo mucha gente que nos recibió con cariño en Santiago”.

Matiza que “son épocas y situaciones pocos comparables”, aludiendo al estado actual de la Selección. “Ahora casi todos están afuera y tienen experiencia internacional desde las infantiles. La nuestra fue una gran generación también, que quizás perdió muchas posibilidades con lo sucedido con el Cóndor, en 1989”.

¿Qué factores establecen las principales diferencias?

Mira, ahora están como locales y con una generación de jugadores jóvenes, pero de gran experiencia, con un mundial juvenil y dos adultos en el cuerpo. Además está el factor de Bielsa; aunque a muchos les moleste, ese cambio fue fundamental. A nosotros nos costaba mucho salir y pararse afuera de igual a igual, en cambio desde que hubo un cambio a nivel técnico la actitud fue distinta, desde el primer amistoso en adelante”.

¿Qué no se veía antes?

Presionar arriba, por ejemplo. Para el 98, en Paraguay, jugamos con cinco defensas, dos contenciones y yo sólo armando para dos delanteros, con los laterales clavados atrás y dos volantes defensivos destrás tuyo siempre. Ahora, eso no se ve. Y ese cambio lo creó Bielsa, con metodología, con trabajo, con hacer creer al futbolista en sus capacidades.

¿Cómo debe afrontarse el partido del sábado?

Chile debe mantener el control y hacer su juego, pero de manera perfecta. Puede que esta opinión moleste, pero algunos quieren mucho protagonismo, como se da en el caso de Alexis. Su esencia es hacer una jugada bonita; no es egoismo, es su alma de niño. Acá hay que trabajar colectivamente y sin fallas, para neutralizar a Argentina.

¿Está el escenario preparado para superar una derrota?

No lo sé, pero sí sé que es un momento histórico, una oportunidad única, como locales, con una gran generación y una motivación superior a la de los argentinos, quizás habituados a estar en este tipo de instancias. Hay que tratar de aprovechar la sensación de superioridad en la que pueden caer los argentinos, eso de vernos por abajo del hombro.

Muchos sotiene que igualmente ha habido algunos errores. ¿Comparte esa perspectiva?

No sé, muchos critican y molestan a Pepe Rojas, pero ojalá vuelva a jugar para que demuestre que es un futbolista profesional, con trayectoria… Su situación es un ejemplo de que todos tienen que hacer una tarea perfecta.

¿La paliza sobre Paraguay significa que Argentina despertó con todo su potencial?

No lo vi tan bien en esta Copa y le metió seis a un equipo que venía lisiado, jugando con lo que podía o con lo que le quedaba. Es una ocasión que Chile no puede desperdiciar.